Aurora Díaz Obregón y Carlos Iriondo fueron los ganadores de la 40ª edición de los Premios José Hierro de Poesía y Relato Breve del Ayuntamiento de Santander, la primera en el apartado de poesía y el segundo en narrativa, por sus obras ‘Luz en el Sacro’ y ‘Las meras’, respectivamente. El jurado, asimismo, concedió sendos accésits a Víctor Ruiz Polanco y Marta Falagán en poesía y narrativa por las obras ‘Suburbanidades’ y ‘La herencia’, respectivamente.
Como las 10 ediciones anteriores de los premios, podéis pedir un ejemplar de esta en vuestra librería habitual (en Santander, Vorágine, por ejemplo) o tienda de venta online como la de nuestra propia página web.
Os dejamos un poema de Aurora Díaz Obregón de su libro ‘Luz en el Sacro’, premiado el pasado año:
Poema 13
La soledad también es un lenguaje oculto
cuando el sol se estira las cucarachas se esconden
Desde el año 2011 venimos editando por encargo del Ayuntamiento de Santander los Premios Hierro de Poesía y Relato Breve que anualmente se conceden a personas con algún tipo de vinculación con el municipio y que tengan menos de 30 años.
Para nosotros este es un encargo que realizamos encantados, dado que apenas hay oportunidades editoriales para los jóvenes valores que quieren ver publicada su obra. La relación de premiados es numerosa. Entre premios y accésits, el número de poetas y narradores publicados por nosotros ronda las cuatro decenas. Por lo general, cada obra incluye dos textos premiados y dos accésits.
Las ilustraciones de la cubierta han sido realizadas hasta 2014 por la artista Sara Huete y a partir de entonces por Javier Fernández Rubio, responsable también de la edición de las obras. La única excepción en este último período la puso Fría Aguilar, quien ilustró la cubierta de la edición de 2018.
Como todos nuestros libros, estos premios pueden conseguirse en librerías físicas y online, incluida nuestra página web.
Ahora que comienza la nueva temporada es para nosotros un placer anunciaros algunas de nuestras próximas novedades. Después de publicar un par de nuevas ediciones de obras ya publicadas (‘Orgullo travestido‘, de Juan Carlos Usó, y ‘Canciones para Pau Donés‘, de Kepa Murua) nos adentramos propiamente en lo que son novedades que comenzarán con un libro de aforismos, ‘Microorganismos‘, de Ángel Mallén.
Tras los microensayos de Mallén llegará el turno a una novela breve de un autor muy llamativo que nos preciamos haber introducido en el país: Alfred Henschke ‘Klabund’, del que ya publicamos en su momento ‘Historia de la literatura alemana contada en una hora’. Klabund vuelve a la palestra ahora con una nouvelle, ‘La enfermedad‘, seguida de algunos textos fragmentarios escritos durante su estancia en un sanatorio de Davos (Suiza). Al igual que en la anterior ocasión, la obra ha sido traducida por Olga García, que es también quien se ha encargado del estudio introductorio de esta figura fascinante de la literatura germana.
‘Entre la multitud y el agua’, de Francisco Taboada‘Ignacio Sánchez Mejías. Muerte el hombre, nace el mito’, de Susana Teruel‘Norman Cameron. Antología Poética’‘Microorganismos’, de Ángela Mallén‘La enfermedad’, de Klabund
‘Ignacio Sánchez Mejías. Muere el hombre, nace el mito’ es un libro personalísimo, destinado para los amantes del toreo y también de la cultura en general y de la Generación del 27 en particular. El libro se estructura en dos partes: un estudio introductorio, a cargo de Susana Teruel Martínez, estudiosa de la figura de Sánchez Mejías, a quien dedicó una tesis doctoral; y una antología poética que aglutina los poemas más destacados que la vida, obra y muerte de Sánchez Mejías ha inspirado en lengua castellana. Esta parte ha sido compilada por Salvador Arias Nieto.
Juanto a Klabund, la narrativa viene de la mano también de Francisco Taboada. Cinco relatos largos componen ‘Entre la multitud y el agua‘, que presenta la soledad como una enorme paradoja, el grial luminoso y oscuro que buscamos con la esperanza de no encontrarlo jamás. Si es imposible estar solo en la sociedad actual, la conquista de la soledad es necesaria para la creación de la persona individualizada del grupo, no devorada y anulada por el conjunto.
Provisionalmente, cerramos este capítulo de novedades con la publicación de una antología poética de un autor británico ya desaparecido. En esta ocasión es Norman Cameron quien se se asoma a la colección de poesía del siglo XX compuesta por escritores europeos ya desaparecidos como Robert Nye o Gherasim Luca. La obra ha sido traducida, prologada y seleccionada por Imanol Gómez Martín, quien ya se responsabilizara de las ediciones de poesía de Martin Seymour-Smith y Robert Nye.
Microorganismos
Después de publicar en nuestra editorial el conjunto de relatos ‘Entretanto, en algún lugar’, la sevillana-vitoriana Ángela Mallén vuelve a la palestra editorial con un libro de aforismos, de sorprendentes reflexiones y también, a modo de microrrelatos, de pequeñas historias salidas de la imaginación de una de las autoras más originales y delicadas del momento. El libro saldrá a escena a mediados de la primera quincena de septiembre.
La enfermedad
Alfred Henschke ‘Klabund’ escribió 70 libros en su corta vida. Enfermo de tuberculosis desfiló con el correr de los años para varios sanatorios suizos, entre ellos el de Davos, sirviendo de modelo para ‘La montaña mágica’ de Thomas Mann. Sin embargo, Klabund es mucho más que un referente de otros: tiene una personalidad literaria fortísima como puede comprobarse en esta novela corta y otros escritos seleccionados por la traductora Olga García. De Klabund ya publicamos hace años ‘Historia de la literatura alemana contada en una hora’.
Ignacio Sánchez Mejías
Subtitulada ‘Muere el hombre, nace el mito’, Susana Teruel Martínez escribe un ensayo sobre la prismática personalidad del torero-escritor. El libro viene secundado por la antología poética más completa que se haya publicado hasta el momento sobre la figura de este intelectual de la Generación del 27 desaparecido trágicamente. El libro también es un estudio de la dramaturgia y la actividad en prensa del que fuera cuñado de ‘Joselito el Gallo’, otro mito del toreo que como él encontró la muerte en el ruedo.
Entre la multitud y el agua
Paco Taboada, de quien ya publicamos los relatos contenidos en ‘Gerónimo de los paracaidistas’, vuelve a ofrecer su narrativa de medio recorrido con media decena de relatos construidos sobre la base de personajes que se asoman a la vida y se despeñan por ella, aglutinados todos ellos desde la óptica de la soledad, como mecanismo para la defensa del individuo ante la agresión de un mundo embrutecido.
Norman Cameron
Inédita en español y en edición bilingüe, esta antología pretende contribuir a dar a conocer a uno de los más singulares intelectuales y poetas británicos. De ascendencia escocesa y educado en Oxford, Cameron perteneció al círculo literario y personal del Robert Graves y Laura Riding. Políglota y gran conocedor del latín y griego clásicos, fue traductor de Rimbaud, Villon, Baudelaire, Heinrich Heine o Nerval, entre otros poetas, aunque también tradujo la narrativa de Henri Murger y Voltaire. Entre sus grandes amigos cabe destacar su relación con Dylan Thomas, de quien era prácticamente su mentor.
Por este libro, le dieron a su autor, Raúl Hevia, y de rebote a nosotros, un Premio de Artes Plásticas en Cantabria. Pero más allá del libro-concepto (una portada que es la cartela de una única imagen que está en el interior y de la que el texto libresco es un larguísimo pie de foto), ‘La Repetición. Tentativa’ es una decidida carta de amor a París, a Perec y a la Plaza de San Sulpicio, por la que han pasado absolutamente todos los que han sido cultura francesa en los últimos siglos.
Hevia, uno de los artistas más importantes de este país, siguió los pasos de Perec y tomó nota de todo lo que acontecía ante sus ojos durante tres días en la citada plaza. El resultado de ese intento de agotamiento de un lugar de París lo destiló en una única imagen y en un texto que es una larga enumeración, tan del gusto de Perec-Hevia, y una hermosísima historia de la Plaza de San Sulpicio, que es decir la historia de París.
El autor se documentó profundamente en la historia de esa plaza. Llegó a saber dónde vivían quienes algo han sido en algún momento dado, a un gran nivel de detalle. Cruza en el tiempo y en el espacio la plaza. Habla de historia, de arquitectura, de represión y libertades, todo lo que de sí ha configurado a París como la gran urbe mundial en el imaginario cultural de la humanidad.
Os dejamos unos párrafos en los que se cuenta el origen de la enemistad de dos vecinos de la plaza: los modistos Karl Lagerfeld y Yves Saint Laurent:
Jacques de Bascher de Beaumarchais (nombre al que algunos enemigos sumaban la coletilla de pas cher, de bon marché), se instala, en 1973, en el apartamento que su nuevo amigo Karl Lagerfeld tiene alquilado en el 6 de la plaza Saint-Sulpice. No se separarán hasta la muerte de Jacques, quince años después. El apartamento (que Karl redecorará cuatro veces en diez años) estaba en un edificio diseñado también por Gioivanni Servandoni, mirando hacia la iglesia, y conservaba un dormitorio de cuatro metros de altura. Parece ser que sobre el parquet del salón había aparcada una imponente Harley-Davidson con los espejos retrovisores vueltos hacia el techo y cubiertos de generosas rayas de cocaína, los días que había fiesta. Jacques era el salvaje seductor, el «chic absoluto» y decadente, el esteta extravagante politoxicómano que organizaba en casa veladas excesivas para el Tout-Paris, tan inolvidables como únicas (podías encontrarte a un par de princesas centroeuropeas y a varios miembros del cuerpo de bomberos del vecindario, a medio vestir), que enamoró a Yves Saint Laurent precipitándole hacia un abismo autodestructivo del que ya no se recuperó; el que parece ser estuvo en el origen de la enemistad mítica e irreconciliable entre Lagerfeld y Saint Laurent.
En octubre tendremos en la calle la novena entrega de nuestra colección de poesía británica. Se trata de la poesía del escocés Norman Cameron, totalmente desconocida en España y que sorprenderá a todos aquellos que se acerquen a esta antología, que volvemos a editar en edición bilingüe castellano-inglés.
También volvemos a recurrir para la ocasión a Imanol Gómez Martín, quien ya tradujera para nosotros la obra de dos monstruos de la poesía británica de mitad del siglo XX: Martin Seymour-Smith y Robert Nye. Al igual que con estos, la antología de Norman Cameron viene precedida de un estudio introductorio. La selección de poemas y notas explicativas son también obra de Gómez Martín.
No queremos olvidarnos en estos momentos del poeta estadounidense Warren Hope, desparecido el pasado mes de mayo, sin el cual esta obra no hubiera sido posible. Hope nos cedió los derechos para la traducción al castellano de los versos de Cameron, ya que es su albacea, al tiempo que nos facilitó las imágenes que ilustran el libro.
Norman Cameron y esposa. Cortesía de Warren Hope.
La poesía de Cameron es de una singularidad tal que no cabe agruparlo con cualquier otro de los creadores contemporáneos. Es esta independencia creativa la que marcó su poesía, alejado del abrazo de oso del círculo de Robert Graves y Laura Riding, con los que convivió durante un tiempo en Mallorca.
Norman Cameron, de ascendencia escocesa, nació en Bombay en 1905 y se educó en el Fettes College y el Orion College en Oxford, donde conoció a Robert Graves y Laura Riding en 1927, tejiendo entre ellos una relación de camaradería y respeto que duraría hasta su muerte en 1953. Fue Superintendente de Educación en Nigeria, redactor publicitario en Londres y trabajó para las fuerzas armadas británicas en Italia y Austria. Políglota y gran conocedor del latín y griego clásicos, fue traductor de Rimbaud, Villon, Baudelaire, Heinrich Heine o Nerval, entre otros poetas, aunque también tradujo narrativa como “Escenas de la vida bohemia” de Henri Murger o “Cándido” de Voltaire. Entre sus grandes amigos cabe destacar su relación con Dylan Thomas, de quien era prácticamente su mentor, el poeta Alan Hodge, el pintor John Aldridge, James Reeves y G. Orwell. Como poeta publicó “The Winter House and other poems”, J.M.Dent and Sons, 1935; “Work in Hand”, The Hogarth Press, 1942, con Alan Hodge y Robert Graves; “Forgive me, Sire”, Fore Publications, 1950. Su poesía completa “The Collected Poems of Norman Cameron 1905-1953” , The Hoghart Press, se publicó en 1957 con una introducción de Robert Graves.
Si se ha de definir la poética de Norman Cameron habría que utilizar, sin duda alguna, el término singularidad. Como recalca Warren Hope, biógrafo y máximo especialista en la obra de Norman Cameron: “el poema no lo busca el poeta, sino que aparece a pesar de la renuencia del poeta. La forma del poema no está impuesta por el poeta: el patrón crece ante sus ojos”.
El poema no lo busca el poeta, sino que aparece a pesar de la renuencia del poeta. La forma del poema no está impuesta por el poeta: el patrón crece ante sus ojos
Warren Hope
La colección
Para desarrollar este proyecto se ha requerido el concurso de buen número de traductores (y poetas, todo sea dicho, ya que reúnen ambas condiciones todos). Eva Gallud Jurado tradujo ‘Contraataque’, de Siegfried Sassoon, uno de los poemarios más importantes por su impacto en la I Guerra Mundial. Del mismo período, Gallud también tradujo la obra completa de Rupert Brooke y una antología de seis poetas británicas (‘Nada tan amargo’), encabezada por Vera Brittain. Paula Fernández tradujo todos los poemas que sobrevivieron a Roland Leighton, novio de Brittain fallecido en Francia.
Portada de la revista The Review. Cortesía de Warren Hope.
Imanol Gómez Martín, de quien ahora publicaremos su traducción de la poesía de Norman Cameron, fue también quien tradujo la de Martin Seymour-Smith y la de Robert Nye. Gabriel Insausti tradujo la de William Henry Davies y cuatro traductores, sí cuatro, se encargaron de traducir los poemas de uno de los padres de las vanguardias europeas, Gherasim Luca. Los traductores trabajaron sobre los textos en francés y rumano y fueron Vicente Gutiérrez Escudero, Catalina Illiescu y Eugenio Castro. En total, ocho traductores a los que desde aquí agradecemos el trabajo realizado.
Todos ellos hicieron mucho más que traducir, dando sentido a la figura del editor literario, aquel que se encarga en preparar la edición en todos sus extremos, desde la selección de poemas hasta su traducción, pasando por su estudio introductorio y notas explicativas.
Si algo da sentido a la labor editorial es la de desvelar, descubrir, hacer aflorar aquello que está oculto. No somos tan pretenciosos como para pensar que estos nueve libros recogen poesía totalmente inédita en español, pero sí en la mayoría de los casos es desconocida para los amantes de la poesía con seguridad.
Corina Gratii, de 13 años, se ha convertido en la ganadora más joven del Premio José Hierro de Poesía, por su poemario ‘Comienzo de una etapa con locura’, del que el jurado ha resaltado el uso de metáforas e imágenes sorprendentes y poco habituales, en diálogo con la tradición del Surrealismo.
El accésit por su parte ha recaído ex-aequo en el poemario sin título presentado por Kathia Magali Zorrilla Vargas y el titulado ‘Alma relativa’, de Joaquín Isaías Gutiérrez.
Por su parte, el Premio José Hierro de Relato Breve para Jóvenes ha sido para en David Fernández Gutiérrez, de 25 años, por ‘El mirón’, del que el jurado ha destacado la habilidad para construir una historia con excelente manejo del diálogo y de las estructuras narrativas.
El accésit, único en este caso, recaído en el relato ‘Silencio’, cuya autora es Alejandra Fernández Zazo, ha informado el Ayuntamiento de Santander en nota de prensa.
El jurado ha estado integrado por los escritores Miguel Ibáñez de la Cuesta, Pablo Sánchez Gutiérrez y Javier Rodríguez Pérez-Rasilla.
Los premios están dotados con 2.000 euros y los accésit con 1.000 euros. Además, los poemas y relatos serán publicados en un libro común editado por El Desvelo Ediciones. La entrega de los premios se realizará a final de año, durante la Gala de las Letras.
Jurado del Premio José Hierro. Foto: Ayuntamiento de Santander.
Esta semana sale en preventa la segunda edición de ‘Orgullo travestido’ que tiene un prólogo de Francisco Fandos, del que os dejamos un extracto:
La lucha llevada a cabo por algunos hombres y mujeres, a lo largo del último tercio del siglo XX, en beneficio de la igualdad de derechos de las personas LGTBI cuenta entre sus diversos logros con la aparición de nuevos marcos de convivencia personal, familiar y social. En el caso español, en comparación con otros periodos de su historia, se evidencia como lentamente se ha ido asentando entre amplios sectores de la población un mayor grado de aceptación y tolerancia en su relación con estos colectivos. A su vez, y gracias a la publicación de diversos estudios, ensayos y novelas, podemos indagar en la naturaleza de la homofobia entendiéndola como una herramienta de poder, útil a todo régimen social, político, religioso y afectivo que abogue por la negación, discriminación y, en último término, aniquilación del supuestamente «distinto». De ahí la importancia de interpretar la defensa de la igualdad de derechos de las personas LGTBI como garantía del mantenimiento de las libertades individuales de la ciudadanía. En paralelo, empiezan a deslumbrarse los restos de historias anteriormente negadas o simplemente obviadas por el relato mayoritario que durante mucho tiempo consideró, en el mejor de los casos, innecesario toda exposición pública de aquellas relaciones afectivas y sexuales que distaban de la norma establecida. En diferentes ámbitos y durante mucho tiempo, salvar el «buen nombre» de ciertos personajes negando u obviando su realidad afectiva, no normativa, constituía una cuestión de principios. El resultado ha supuesto la carencia de unos referentes útiles para otras generaciones de adolescentes LGTBI que habrían podido crecer sin creerse falsamente únicos e íntimamente aislados.
En ese ejercicio de rescate del olvido cabe enmarcar Orgullo Travestido. Egmont De Bries y la repercusión social del transformismo en la España del Primer Tercio del siglo XX. Al adentrarse en la figura de Asensio Marsal, popularmente conocido con el nombre artístico de Egmont de Bries, Juan Carlos Usó describe la importancia de los espectáculos de variedades en la naciente cultura de masas en España. De Bries, famoso por sus caracterizaciones como transformista, desarrolló su carrera teatral en un contexto social marcado por la pobreza y una arraigada homofobia. Fruto de esta situación, e independientemente de la orientación sexual del artista, la figura del transformista aparece ligada al «afeminado», cuyo papel de «chivo expiatorio» permitía, mediante el uso de la chanza y el escarnio, afirmar entre el público mayoritario el binomio heterosexualidad y normalidad frente a homosexualidad y anormalidad.
Prólogo al libro ‘Orgullo travestido’, de Juan Fco. Fandos (Coordinador de didáctica i activitats de l´Espai d´Art Contemporani de Castelló)
«Una casa no es un hogar», manifiesta una enorme sinceridad al respecto de cómo es el mundo de las mujeres que se dedican a la prostitución. La autora no quiso tener sobre su conciencia el hecho de haber introducido en este ambiente sórdido a ninguna chica, por lo que siempre aceptaba para su local aquellas que tenían experiencia previa. Ese cúmulo de observaciones y una gran inquietud cultural llevaron a Adler a reflexionar sobre cómo la prostituta «es un personaje que ha fascinado tanto a los hombres con más nobles mentes, los gigantes de las letras, como al escritorzuelo y al pornógrafo». Con todo, la madame ve en el reflejo literario de las prostitutas mucho sensacionalismo o distorsiones de todo tipo. «En este tipo de escritos –dice–, la prostitución aparece en dos modelos estándar»: la descarada libertina de mirada lasciva o la víctima inocente seducida por un canalla para lucrarse.