Mes: noviembre 2022

Ya tenemos editados los Premios Hierro de 2022

XLI Premios Hierro de Poesía y Relato Breve.

Las jóvenes Corina Gratii, por el poemario ‘Comienzo de una etapa con locura’, y David Fernández, con el relato ‘El mirón’, han sido los ganadores de la XLI edición de los Premios Hierro de Poesía y Relato Breve, que patrocina la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander. Gratii, de 12 años de edad, ganó el certamen en su versión poética, quedando accésit exaequo Kathia Magali Zorrilla Vargas, con ‘Sin título’; y Joaquín Isaías Gutiérrez, con ‘Alma relativa’. Por su parte, David Fernández ganó el premio al mejor relato corto con ‘El mirón’. Accésit fue Alejandra Fernández Zazo, con ‘Silencio’.

El libro resultante de la edición de los trabajos premiados ya es realidad y estará oficialmente a la venta el 5 de diciembre, aunque ya se puede reservar. La ya tradicional Gala de las Letras, que se celebra en Santander, será el marco para la entrega de los premios de la edición del año que ya acaba.

Los Premios Hierro vienen concediéndose desde hace 41 años en la capital de Cantabria. Están dotados con 2.000 euros a la obra ganadora y la edición de la misma. Es un premio destinado a jóvenes que no han sobrepasado los 30 años de edad.

Los premios de 2022 se entregarán en la Gala de las Letras de Santander que tendrá lugar el 15 de diciembre, pero estarán disponibles para el público en las librerías y canales de venta online a partir del 5 de diciembre.

Música para la poesía de Norman Cameron por Manuel Cabaniñas

Hacer Libros, editar, depara felices coincidencias e insospechadas colaboraciones. La poesía de Norman Cameron, que acabamos de editar bajo la dirección de Imanol Gómez Martín, nos ha deparado el encuentro con Manuel Cabaniñas, un músico que ha compuesto 40 minutos para reinterpretar la obra del poeta escocés. El conjunto, la poesía de Cameron, el recitado de Gómez Martín y la música de Cabaniñas es muy potente. Os invitamos a la próxima presentación para daros cuenta de ello.

Manuel Cabaniñas y Alberto Muñoz.

Manuel A. Cabaniñas Pérez (Santander, 1965) es maestro diplomado en EGB por la Universidad de Cantabria, maestro en ejercicio desde el año 1990, ha trabajado en Educación Infantil, Primaria y ESO en diferentes centros educativos de Cantabria y Murcia.

Músico eminentemente autodidacta, aunque ha realizado estudios musicales en el Conservatorio Ataúlfo Argenta de Santander. Formado en Pedagogía Musical Wuytack en la Universidad de Murcia y Asociación de Pedagogía Musical Wuytack de Vigo. Intuitivo y experimentador ha estado vinculado a la escena musical cántabra desde principios de los años 80.
Su concepción de la música no está ligada a clichés o formalismos, es original y contemporánea. Cómo intérprete ha estado vinculado a proyectos tan innovadores como Moebius Trío, con quienes ha grabado hasta la fecha tres trabajos discográficos:
– Iso (artimaña records)
– Dos (artimaña records)
– Moon Black Swans (artimaña records)
En 2014 graba bajo el nombre de The Big Heads un disco titulado “Josefina dub” con el que se aproxima a la bass music y los ritmos caribeños.
Además ha colaborado con otros proyectos musicales como el colectivo Poetas en la Calle con quienes edita un disco titulado “Poesía canalla”.
Como compositor ha creado músicas incidentales para espectáculos de teatro, cortometrajes y aplicaciones multimedia.

Cabaniñas, en el centro, durante la presentación de la poesía de Norman Cameron en Torrelavega.

En la faceta de productor ha colaborado con estudios de grabación de dentro y fuera de Cantabria y ha participado en la producción de innumerables trabajos discográficos con el sello Artimaña Records.
Grabaciones:
– Tres discos con Moebius
– dos discos con Big Heads
– un disco con Poetas en La calle
Producción:
– como productor musical ha participado en numerosos discos para el sello Artimaña Records (Jazz Infinito, Ibio “el regreso”…)
– Música para teatro (Ánomos teatro, Poemario de sensaciones…)
– En arte sonoro (“Señor Time”-Torre Don Borja de Santillana del Mar-, “Babel”- instalación sonora para los cursos de verano de la Universidad de Cantabria.
– En la actualidad colabora activamente con el grupo de creadores de vídeo del centro cultural La Ensenada del Arte, con el poeta y artista plástico Alberto Muñoz y durante los últimos años ha colaborado en diferentes performances e instalaciones sonoras con Maria Elena Riaño (música y profesora de Didáctica de la Música en la Universidad de Cantabria).

https://manuelcabaninassite.wordpress.com/

Ya está aquí: La Poesía de Karin Boye, traducida del sueco por Jesús García Rodríguez

Teníamos ganas de hacer este libro y ya es una realidad. La poesía completa de una de las más bellas y trágicas voces de la poesía nórdica: la sueca Karin Boye. Y todo ello gracias al trabajo y al tesón del traductor y compilador Jesús García Rodríguez, quien ya colaboró con nosotros a la hora de hacer realidad otra gran obra: ‘La zozobra de la lengua’, del franco-rumano Gerashim Luca.

La obra que acabamos de publicar reúne cinco libros de la poetisa trágicamente desaparecida en la década de los años 30 del pasado siglo.

La poesía de Boye fue calificada, ya en vida de la autora, de fría y abstracta. No deja de ser extraña esa calificación en el caso de una escritora cuya fuente de inspiración habían sido siempre escritores que propugnaban una batalla contra el racionalismo moderno y buscaban investigar en fuerzas interiores irracionales: Schopenhauer, Nietzsche, Freud, los surrealistas; su vida misma se vio zarandeada por intensísimas conmociones psíquicas y espirituales.

La poesía de Boye sorprende por su contenido existencial, de búsqueda de sentido a veces en un plano religioso y otras en un plano claramente laico; eso la hace muy distinta a la obra de otros escritores coetáneos suyos. La presencia de una escisión interior es muy habitual en sus poemas, producida por algún conflicto interior, moral o espiritual.

La traducción contiene los cuatro libros de poemas publicados en vida por Karin Boye y el libro póstumo ‘Los siete pecados capitales y otros poemas póstumos’, editado pocos meses después de su muerte. El traductor, Jesús García, ha utilizado las ediciones originales de la editorial Albert Bonnier. También ha pretendido la fidelidad al texto por encima de cualquier tentativa de interpretación, pero naturalmente sin prescindir de una forma poética que transmita y reproduzca la belleza de los poemas originales. Es por ello, que ha renunciado a la rima para hacer el texto más legible al lector moderno.

Karin Boye

Nació en Gotemburgo, Suecia y se mudó con su familia a Estocolmo en 1909. Estudió en la Universidad de Upsala desde 1921 hasta 1926. Su primera colección de poemas fue Nubes (Moln, en sueco). Mientras estuvo en Upsala y hasta 1930, Boye fue miembro del grupo socialista Clarté. Entre 1929 y 1934 Boye estuvo casada con otro integrante del grupo Clarté, Leif Björck. En 1932, después de separarse de su esposo, tuvo una relación con Gunnel Bergström, quien dejó a su esposo Gunnar Ekelöf por Boye. Boye se suicidó tomando somníferos después de abandonar su casa el 23 de abril de 1941. Según los informes policiales de los Archivos Regionales de Gotemburgo, fue encontrada yaciendo en una roca, en una montaña con vista hacia Alingsås, cerca de Bolltorpsvägen, por un granjero que estaba dando un paseo. En el lugar existe hoy un monumento conmemorativo.

‘Lesbianismo chic’, de Juan Carlos Usó, ya a la venta en las librerías

Lesbianismo chic. El caso Gloria Laguna’, de Juan Carlos Usó, ya está a la venta en las librerías y en nuestra página web. ¿Qué es lo que hace este libro verdaderamente atractivo e interesante?

Juan Carlos Usó analiza la figura de Gloria Laguna, condesa de Requena, figura ya olvidada, pero que fue fuente de inspiración de escritores y pintores de su tiempo. Además de ser provocativa y frívola, la condesa exhibió en público su condición sexual sin pudor, favorecida sin duda por su clase social aristocrática.

Lesbianismo chic. El caso de Gloria Laguna.

Sin duda, lo atractivo de ‘Lesbianismo chic’ es que su autor aprovechando la semblanza de Gloria Laguna ofrece un interesante retrato de cómo se manifestaba el lesbianismo en España en el primer tercio del siglo XX.

El libro está extraordinariamente documentado por Juan Carlos Usó, su autor, licenciado en Geografía Historia Contemporánea, doctor en Sociología y bibliotecario en el Ayuntamiento de Castellón de la Plana. El Desvelo Ediciones ha publicado también otros dos libros suyos: ‘Orgullo travestido’ y ‘Drogas, neutralidad y presión mediática’.

En la foto, la cupletista Emérita A. Esperza, en una imagen de primeros del siglo XX.

Mar Sancho gana el Premio Gerardo Diego de Poesía del Gobierno de Cantabria

Los premios literarios del Gobierno de Cantabria 2022 han recaído en Ángel Silvelo Gabriel, en la categoría de novela corta ‘José María de Pereda’, por su obra ‘Los dioses perdidos’; en Mar Sancho Sanz, en la de poesía ‘Gerardo Diego’, por ‘Maneras de imaginarnos’; y en Rosario Díaz Monroy, en la de cuentos ‘Manuel Llano’, por ‘Animales solitarios’.

Estos premios están dotados con 12.000 euros, el de novela corta, y con 5.000 euros los de poesía y cuentos, respectivamente. La convocatoria de este año ha contado con 61 obras (29 en novela corta, 8 en poesía y 24 en cuentos), ha informado el Ejecutivo regional en nota de prensa.

El Desvelo Ediciones viene editando desde hace una década los Premios Gerardo Diego.

Mar Sancho construye en ‘Maneras de imaginarnos’ un poemario “muy bien estructurado y homogéneo” en 33 cantos, creando un libro “muy literario, orgánico y denso”. Con una “cierta estética nerudiana”, en los poemas cobran especial relevancia la memoria y el amor, que se evoca en contextos donde la naturaleza adquiere “una fuerte presencia como elemento del recuerdo”.

La riqueza del vocabulario, el medido sentido del ritmo poético y la belleza sensual de las imágenes empleadas por la autora confieren al libro una “gran calidad”, según el jurado.

Mar Sancho Sanz es autora de varios libros de poesía, ganadores de galardones como el Premio Letras Jóvenes de Castilla y León en dos ocasiones, el Premio Ateneo de Valladolid, el Premio Federico García Lorca de Poesía y el Premio Jaime Gil de Biedma.

Escritora también de relatos y novela, y autora de obras traducidas al inglés y al francés, es además colaboradora habitual de varios diarios y revistas españolas y extranjeras. Conferenciante en jornadas y congresos sobre literatura en España, Estados Unidos y Latinoamérica, la Cátedra Miguel Delibes ha realizado un estudio sobre los referentes espaciales en su obra, recogido dentro del libro ‘Los nuevos mapas, espacios y lugares en la última narrativa de Castilla y León’.

La obra poética de la sueca Karin Boye sale a la venta el lunes 28 de Noviembre

El Desvelo Ediciones publica la Antología poética de Karin Boye, autora sueca a través de su colección Última Thule y, bajo la edición literaria y la traducción de Jesús García Rodríguez. El libro saldrá a la venta el lunes 28 de noviembre. Pero, ¿quién fue Karin Boye?

Semblanza de su vida

Karin Maria Boye nació el 26 de octubre de 1900 en Gotemburgo, en el seno de una familia muy acomodada y culta. Su madre poseía una firme conciencia feminista, y su padre, un alto funcionario, se caracterizó por su mentalidad liberal y antimilitarista. En la escuela, Boye muestra ya su interés por cuestiones morales y filosóficas; lee a Schopenhauer y reflexiona de forma muy precoz sobre la muerte. Con 14 años, Karin empieza a padecer de estados depresivos (maniaco-depresivos o bipolares, como se diría hoy) que la acompañaron durante toda su vida. Karin fue una defensora de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Pero su vida estuvo determinada por la escritura, su lesbianismo oculto y la tragedia, lo que le llevó a quitarse la vida en Alingsås en 1941.

Su obra poética

La poesía de Boye fue calificada, ya en vida de la autora, de fría y abstracta. No deja de ser extraña esa calificación en el caso de una escritora cuya fuente de inspiración habían sido siempre escritores que propugnaban una batalla contra el racionalismo moderno y buscaban investigar en fuerzas interiores irracionales: Schopenhauer, Nietzsche, Freud, los surrealistas; su vida misma se vio zarandeada por intensísimas conmociones psíquicas y espirituales.

La poesís de Boye sorprende por su contenido existencial, de búsqueda de sentido a veces en un plano religioso y otras en un plano claramente laico; eso la hace muy distinta a la obra de otros escritores coetáneos suyos. La presencia de una escisión interior es muy habitual en sus poemas, producida por algún conflicto interior, moral o espiritual.

La traducción contiene los cuatro libros de poemas publicados en vida por Karin Boye y el libro póstumo Los siete pecados capitales y otros poemas póstumos, editado pocos meses después de su muerte. El traductor, Jesús García Rodríguez, ha utilizado las ediciones originales de la editorial Albert Bonnier. También ha pretendido la fidelidad al texto por encima de cualquier tentativa de interpretación, pero naturalmente sin prescindir de una forma poética que transmita y reproduzca la belleza de los poemas originales. Es por ello, que ha renunciado a la rima para hacer el texto más legible al lector moderno.

Silvia Carnicero, antropóloga forense: “No hay otra necrópolis en Cantabria con este nivel de uso: ya se han encontrado los restos del individuo 44”

Silvia Carnicero, forense.
Silvia Carnicero, forense.

Es forense y por lo tanto realiza autopsias y evalúa a heridos en accidentes y en otros sucesos en los que la Justicia reclama una evaluación física de los afectados, pero su pasión se remonta a un tiempo mucho más antiguo. Como forense, y como antropóloga forense, de un modo u otro su vida está rodeada de despojos humanos a los que interroga para saber cómo vivieron y cómo murieron. “Los forenses no nos dedicamos solo a autopsias. En patología forense hay mucho paciente vivo, aunque la gente no lo crea, pero yo me dedico básicamente a realizar autopsias. Al margen de mi trabajo del día a día, me he formado como antropóloga y me dedico a estudiar muertos más antiguos”, comenta al empezar la entrevista.

Quien así habla es Silvia Carnicero, una bilbaína de 43 años que ha dedicado su tiempo libre a estudiar 18 yacimientos arqueológicos de Cantabria, que darán lugar a una tesis doctoral sobre cómo eran, de dónde procedían y cómo vivieron y murieron los cántabros del interior y de la costa en el entorno del año 1.000. Está casada con Yeyo Balbás, escritor cántabro de novela histórica al que conoció haciendo recreación histórica y por el que acabó residiendo en Cantabria. Su grupo dedicado a revivir la historia con trajes y representaciones se llama ‘El clan del cuervo’ y está integrado por aficionados de todo el país. Todos recrean la época visigoda.

Pero si Silvia Carnicero ha salido a la palestra recientemente es porque integra el equipo que investiga los restos que se excavan en una pequeña calle que flanquea la catedral de Santander, denominada Los Azogues. Acaban de empezar y ya tienen, literalmente apilados, 44 esqueletos, en buena parte niños, que datan al menos del siglo XIII. Ella no se ocupa de excavar, sino de investigar las tumbas y las osamentas aplicando la observación y herramientas como isótopos radioactivos y la genómica, el estudio del ADN extraído de los huesos. En los días en que acaba de darse el Nobel de Fisiología y Medicina al investigador sueco Svante Pääbo, galardonado por desarrollar el genoma del neandertal, Carnicero tendrá que tomar muestra y analizar los datos de ADN que extraiga del yacimiento. Como si se tratara de un libro, leerá en ellos los hábitos de vida y culturales de aquellos primeros pobladores de uno de los principales asentamientos de la Cantabria post-romana.

¿Qué le dicen los huesos?

Los huesos pueden decir más de lo que pensamos, solo hay que preguntarles.

¿No era algo esperable encontrar una necrópolis junto a la catedral de Santander?

Desde mi perspectiva, la arqueología medieval no está desarrollada en Cantabria. Era esperado el yacimiento que se ha encontrado, pero teniendo en cuenta que no se ha excavado en Santander, o que gran parte quedó arrasado después del incendio de los años 40, lo que queda es muy poco. Aunque no formo parte del equipo de arqueólogos [integrado por Lino Mantecón y Javier Marcos], el yacimiento de la catedral es importante porque se está excavando con tecnología actualizada, con preocupación por los restos humanos, porque otros yacimientos se excavaron antes sin que los restos humanos fueran lo más importante.

¿Caben sorpresas en la excavación? ¿Está datada la necrópolis ya?

Hubo una primera campaña en 2018-2019 y esta es la segunda fase, que se tuvo que aplazar por agotarse los fondos y, claro, el yacimiento era mayor de lo que se esperaba. En aquella primera se dató parte del muro que había aflorado, que era del siglo X.

¿Y los restos?

Es seguro que los restos pertenecen al siglo XIII y precedentes. Como todavía no se ha llegado a los niveles más inferiores no se sabe hasta qué época se va a llegar. Ahí está la incógnita.

¿Cuándo se despejará la incógnita?

En lo que afecta a mi trabajo, seis meses, un año a más tardar.

El yacimiento es pequeño en extensión, pero por lo que dice es profundo.

Sí, es profundo y revela que había una promiscuidad entre viviendas y cementerio. De hecho, hubo normativa que prohibía hacer fiestas ya que todo se hacía cerca al ser el espacio tan pequeño y no existir el recelo ante los muertos que hay ahora.

¿Cómo es su trabajo en el día a día?

Yo solo analizo las tumbas. En ese yacimiento hay estructuras murarias, tanto del castillo como de la catedral primitiva, vasijas… Todo eso lo examinan los arqueólogos.

Luego usted se centra en los restos humanos. ¿Cuántos cadáveres hay sepultados?

Ahora van ya por el individuo 44. Es una necrópolis muy intensamente utilizada. Están uno encima de otro. Es la típica necrópolis urbana, en el sentido de que es un espacio pequeño, intensamente usado.

¿Le ha sorprendido?

Sí, por cómo son las necrópolis en Cantabria, en el entorno rural, con mucho espacio. Pero no hay otro ejemplo en Cantabria de este nivel de uso. Son restos revueltos, recolocados, con individuos unos sobre otros. Hay un individuo, por ejemplo, con tres cabezas sobre la pelvis. En las tumbas se inhumaba a una persona junto a los restos de otras.

Hay un individuo, por ejemplo, con tres cabezas sobre la pelvis. En las tumbas se inhumaba a una persona junto a los restos de otras

En concreto, ¿qué intentará averiguar?

Estoy efectuando un estudio multidisciplinar que abordará la parte física de la población enterrada en la necrópolis (edad, estatura, enfermedades, etc.) y especialmente investigaciones genéticas para determinar dietas o depósitos de metales de cara a conocer las diferencias sociales que existían o el tipo de población que se enterraba en este cementerio de la ciudad de Santander.

¿Se ha conservado el yacimiento intacto con el paso de los siglos?

La catedral se amplió durante la época gótica, en el barroco y tras el incendio [de 1941] y por lo tanto ha habido alteraciones y encontramos tumbas con huesos descontextualizados.

La tumba en sí, ¿cómo es?

A pesar de que en la época se enterraba con tumbas de lajas, en la catedral son fosas con ataúd, la gran mayoría, o sin ataúd. Es importante la cantidad de clavos de ataúd que se están encontrando.

¿Cómo eran los enterramientos?

Los muertos se enterraban con sudario. Aunque la cristianización impedía enterrar con ajuar, se ha encontrado un anillo y una moneda. Irían vestidos, pero los tejidos desaparecieron.

¿Qué le dice el anillo?

Los anillos se asocian con sepulturas de mayor rango. Puede significar que se trata del clero de la abadía. Antes de que Alfonso VIII le concediera el Fuero [en 1187 el rey castellano nombró al abad dueño y señor del pueblo y dotó a la villa de un fuero para facilitar la actividad económica], e incluso antes, quien dirigía la ciudad era el abad. Estamos hablando de la élite social de la ciudad de Santander. De hecho, las casas de la Rúa Mayor eran de clero de la entonces abadía.

¿El estudio del ADN qué está revelando?

Yo estoy haciendo el estudio antropológico puro y duro: sexo, edad, estatura, patologías que pueda haber… Todavía no hay resultados del ADN. Santander está en el Camino de Santiago y era una villa marinera. A lo mejor encontramos sujetos foráneos enterrados. Igual se confirma que hay mucho intercambio de personas, o al contrario. Son preguntas que están en el aire y a las que intentará responder no solo la genética, sino también los estudios de isótopos.

¿Qué dirán los isótopos?

Servirán para comprobar, por ejemplo, si hubo un movimiento de población grande desde Toledo por la conquista árabe. Los estudios de isótopos facilitan información sobre traslados. Los estudios pueden hablar de proximidad a la costa, alimentación y del origen de las personas. Los isótopos y la genética nos pueden permitir hacer mapas de población y compararlos con otros de la meseta.

¿Cuál era la esperanza de vida?

La esperanza de vida oscilaba entre los 35 y 45 años, tanto en hombres como mujeres, con picos de mortalidad asociados en los varones a conflictos bélicos y en el caso de las mujeres, a los partos. Habrá que estudiar si en la Catedral hay una curva demográfica diferente.

¿Es similar la proporción hallada entre hombres y mujeres?

Parecía haber mujeres pero es complicado porque pueden ser restos de individuos masculinos jóvenes, que no están del todo desarrollados. Y hay bastantes, bastantes niños o niñas, no está claro tampoco su sexo porque en los restos infantiles es más difícil de determinar.

¿A qué cree que puede deberse la proliferación de enterramientos de niños?

En una necrópolis urbana encontraríamos mujeres y el hecho de que la mortalidad infantil fuera muy elevada. Los niños no están enterrados en una zona concreta, como en otros cementerios; en la catedral están mezclados con adultos y habrá que determinar si son niños o niñas. A lo mejor son solo niños que se entregaron a la abadía.

¿Qué significa ‘entregar’? ¿Una especie de orfanato?

O que se entregaran a la abadía para que hicieran carrera eclesiástica.

¿De qué murieron?

Fallecieron por causas naturales como fallecían la mayoría de los niños en esa época. Los huesos evidencian un estado de salud bastante bueno. En esa zona estaba la casa del abad y, aunque no es el lugar donde se enterraría la gente más rica alrededor de una iglesia, sí que puede ser en este caso la zona de los ricos.

¿Dónde se enterraba habitualmente a los pudientes?

Cuanto más rico, más cerca del muro. A partir del siglo XIII, los enterramientos se producen en claustros.

Entre los restos hallados en la capital cántabra, ¿se han encontrado signos de violencia?

Hay dos cráneos con lesiones ya curadas, es decir, no murieron a resultas de ello. Parecen heridas de arma blanca, a nivel frontal.

El yacimiento finalmente se va a cubrir con una cristalera, ¿se mantendrán los restos en el lugar?

No van a dejarse los restos esqueléticos. Los voy a estudiar todos y no se van a volver a colocar porque con la humedad se estropearían. Se va a instalar una ventana arqueológica que permitirá apreciar los cimientos de la primitiva catedral. Va a ir orientada a la arquitectura, acompañada de la debida panelización.

Del resto de yacimientos cántabros, ¿qué otros destacaría?

Hay unos yacimientos que llaman mucho la atención como son los enterramientos en cueva. Son de época visigoda, como en La Garma, Riocueva y Las Penas. Yo ya he hecho el estudio antropológico de Riocueva y Las Penas y se trata de población muy seleccionada: gente joven, niños, enterradas con ajuar, aunque en aquella época no se enterraba con ajuar… Sospechamos que pudo haber una epidemia, bastante compatible con la peste justiniana, de la misma época, aunque los estudios de paleomicrobiología no han dado resultados. Con gente muy joven que ha muerto sin signos de violencia tiene que haber una causa infecciosa detrás.

¿Cuántos son?

En Las Penas, diez; en Riocueva, ocho; y en La Garma, cinco. Se les enterró con útiles de la vida cotidiana.

¿Se han cometido habitualmente errores en la interpretación de los restos arqueológicos?

Hay errores comunes asociados a no realizar los estudios antropológicos. Durante muchos años, en los enterramientos con ajuares, se asociaba la aparición de armas con restos masculinos. Hasta que no se han introducido los estudios de antropología y se ha determinado el sexo no se han podido determinar realmente este. De hecho, hay enterramientos femeninos con armas.

¿Como muestra de estatus o porque eran guerreras?

En los pueblos germánicos aparecen enterramientos de mujeres con cuchillos porque el cuchillo era un elemento de estatus en el sentido de que eran personas libres. Si eras esclavo, no podías portar cuchillo. En pueblos escandinavos ha habido alguna tumba de mujeres con armas y varias interpretaciones al respecto.

¿En Cantabria hay casos?

No, pero en Peñamellera Baja, en Asturias, en la cueva de La Cerrosa, han aparecido lanzas y un ajuar guerrero de la época de las guerras cántabras y, asociado a ello, en la misma cueva, están los cráneos de dos mujeres. Es un yacimiento que todavía está en excavación y a la espera de resultados.

Marta San Miguel, escritora: “Seguimos vivos, intactos y comprensibles en nuestra memoria”

Marta San Miguel, periodista y escritora.
Marta San Miguel, periodista y escritora. Foto: Miriam Mora.

Marta San Miguel (Santander, 1981) se pone tensa antes de responder a una pregunta como si se dispusiera a saltar un obstáculo. Es como uno de los personajes de su obra ‘Antes del salto’ (Libros del Asteroide, 2022), el caballo Quessant, que juega un papel importante como catalizador de acontecimientos de ese viaje lisboeta en el que la protagonista entreteje recuerdos para dar encarnadura a su auténtica identidad. La autora es escritora y periodista. Ha publicado los poemarios ‘Meridiano’ (2010) y ‘El tiempo vertical’ (2015). Su primer libro de largo recorrido llevaba por título ‘Una forma de permanencia’ (Libros del K.O., 2019), al que sigue estos días su primera novela. Dice sentirse cómoda en la ficción y para dar cuenta de ello ofrece esta historia íntima y honesta que comenzó con unos apuntes a lápiz mientras vivía, como su protagonista, en la capital lusa y fue creciendo hasta llegar a convertirse en una reivindicación de la memoria como único espacio real.

Toda una vida leyendo, media vida escribiendo y ya forma parte de un catálogo con autores consagrados de España y de fuera, actuales e históricos.

Todavía no soy consciente de estar en ese catálogo. Tengo todos sus libros [de Asteroide] en casa, los miro y aún no soy consciente de haber entrado en esa nómina. Me vienen a la mente palabras como ‘orgullo’, ‘respeto’ y, sobre todo, ‘responsabilidad’.

¿Por qué sobre todo?

Porque lo que me han cuidado como lectora es el listón que yo tengo. Eso es lo que yo espero dar a los lectores.

¿Cómo se inoculó el veneno de la escritura?

Empezó cuando todo lo que me rodeaba tenía una historia detrás y un buen día me dio por escribirla. Cualquier cosa que me pasaba, llegaba a casa y se lo contaba a mi madre, a mis hermanos; y a la inversa, también les pedía que me contaran sus cosas. Lo sé porque aún me lo recuerdan. Digamos que escribir fue mi manera de materializar mi manera de ser.

¿Puede decirse que tiene una necesidad casi fisiológica de contar cosas?

Es mi manera de ser. Entiendo la realidad contándola y disfruto también cuando me la cuentan. Por eso acabé haciendo periodismo.

¿Una cosa lleva a la otra?

Sí, me llevó. En el momento que verbalizo que quiero dedicarme a escribir, el sentido común de mi padre me dijo ‘¿qué te parece estudiar periodismo?’. Y así llegué al periodismo, como un daño colateral. Es mi profesión, es el vehículo que me compré para escribir a diario.

¿Son cosas distintas? ¿Se considera más periodista que escritora?

No me considero más periodista que escritora, pero tampoco al revés. Mi manera de estar en el mundo es escribiendo y me da igual dónde. Ahora bien, el periodismo te impone unos límites, unas circunstancias y unos temas que la imaginación no y por tanto me siento más libre cuando escribo en mi papel de escritora. Yo no veo por qué un periodista no puede ser un buen novelista. Quizá debiéramos ver esta comparación al revés: ¿Puede ser un escritor un buen periodista? Seguro que sí.

¿No se pone también límites cuando escribe ficción? Hay escritores que se imponen reglas, a veces caprichosas.

Ojalá supiera por qué hago lo que hago, pero todo lo que he escrito hasta ahora ha sido en buena parte gracias a que llevo 20 años ‘picando’ el teclado en un periódico. Desarrollar esa capacidad para utilizar el lenguaje es muy útil cuando quieres contar algo, porque te ordena el pensamiento y te obliga a encontrar un camino.

Hay quien piensa que un periodista no puede ser un buen novelista, porque el periodista ha sido preparado para anticipar lo sustancial, lo que no tiene mucho que ver con el desarrollo de un artefacto narrativo de largo recorrido como es una novela. Vamos, como si el periodismo de interés general consistiera en dejar claro en el primer párrafo quién es el asesino…

A mí una escritora me dijo una vez: ‘Tú, siendo poeta, ¿has escrito una novela?’. Y añadió: ‘Pocos poetas conozco que acaban siendo buenos novelistas’. Cada registro requiere de un tono, de una afinación, de una voz. Todos son palabras e imágenes, pero son distintos.

¿Y se siente cómoda en todos?

Para nada. La poesía me impone mucho. Yo no soy poeta, sino que escribo poesía. Soy consciente de lo difícil que es escribir buena poesía. Creo que la poesía es uno de los géneros más difíciles. La novela también es compleja porque es un artefacto que tiene un poco de todo: tiene que tener la tensión narrativa de un buen artículo de periódico, la belleza de un poema y tiene que tener la inmediatez de ese suspiro antes de zambullirse que tiene el relato corto.

¿Hasta qué punto su novela ‘Antes del salto’ está anclada en la realidad?

He tomado partes de mi propia experiencia, sobre todo de mis recuerdos para poner a la protagonista de la novela en una situación en la que me permita abordar el tema del que hablo en el libro.

¿Y cuál es ese tema?

La memoria identitaria. A medida que vamos avanzando, de ir -haciendo un juego con el título del libro- dando saltos, saltos personales, saltos profesionales, saltos voluntarios o involuntarios… En cada salto, vamos dejando una parte de nosotros detrás. Llega un momento en que la rutina, esas obligaciones adquiridas tras cada salto, acaban por desdibujarte, por hacer olvidar la razón de ser de todo. La rutina sobre todo es la que hace que nuestra memoria sea como un espejo cada vez más opaco. Hay que diferenciar la memoria de la nostalgia y es necesario parar y fijarse en los instantes para recuperar aquello que nos hacía ser quienes somos. Si dejamos de mirar atrás, las personas que nos faltan, las personas que fuimos acaban siendo clichés, fotos fijas. Seguimos vivos, intactos y comprensibles en nuestra memoria.

¿Planifica al detalle cada novela?

En esta en concreto no hubo planificación. Lo que hubo fue un lápiz y un cuaderno y por primera vez volví a escribir a mano, y volví a escribir despacio, que me parece fundamental.

¿Escribe distinto cuando utiliza un teclado?

Creo que la velocidad del pensamiento se ve trastocada. Al principio [escribir a mano] me generaba cierta ansiedad, con esdrújulas que me hacían pensar que cuando fuera a terminar de escribirlas se me iba a olvidar la idea. El sosiego al escribir es como decirle al caballo: ‘Frena, ve al paso, disfruta’. Esas anotaciones hacen surgir ideas que iban creciendo como una enredadera. Luego fueron pasadas al ordenador. Se transformó en material literario con el personaje que proyecté y de repente me di cuenta de que tenía 20, 60 páginas, de que estaba escribiendo el borrador de algo con ideas muy claras.

¿Tacha mucho, reescribe mucho?

Soy horrible reescribiendo, lo llevo muy mal.

¿Cree que escribir es más quitar que poner?

El proceso de escritura fue quitar y dejar las partes que te sirven para contar una historia, y añadir las que hacen que funcione un giro narrativo. Y ahí la imaginación es mi gran aliada.

¿Se definiría como una persona imaginativa?

Sí.

¿Y literaria? ¿Hasta qué punto la forma importa?

Totalmente. En una librería, abro un libro al azar y leo y, si la voz me interpela, compro el libro. Estoy al tanto de las novedades, pero me fío más de lo que leo cuando lo hojeo un poco.

Y su propia voz, ¿le costó encontrarla?

Me he ido tanteando con el tiempo y creo que mi voz se ha modulado gracias a lo que escrito. A día de hoy me reconozco en lo que escribo, ya sea en un periódico, en un relato o en una novela como esta [coge su libro].

Reconocerse en lo que se escribe no tiene que significar estar satisfecho necesariamente…

Hace unos años hice un pacto con mis limitaciones y ahí fue cuando empecé a escribir.

¿En qué consiste ese pacto?

En asumir que siempre va a haber autores y libros que te pasen por encima, que sean abrumadores. Y eso no te puede parar del mismo modo que no dejo de hacer entrevistas por no llegar a la altura de aquellos que son extraordinarios entrevistando. El día que asumí que yo soy Marta San Miguel y escribo así empecé a dejar salir mi voz. Necesito esa voz para ser reconocida y sentirme yo misma reconocible.

En su actividad, hay gente tan brillante que parece inevitable pensar que hay algo innato, un don divino en el hecho de escribir, que por mucho que se trabaje nunca se llegará a ese nivel.

Estoy totalmente de acuerdo.

¿Tiene usted ese don?

No, mi talento es perseverar. No soy brillante, pero persevero y creo que eso es lo que me ha llevado a alcanzar lo que me había propuesto.

Es otra manera de brillar, en cierto modo. Hay muchos que lo intentan y no lo consiguen.

Sí, pero es un brillo hacia dentro. Publicar este libro, y todos los anteriores, para mí era una manera de re-conocimiento, en el sentido clásico y etimológico de la palabra. Decir ‘Esta soy yo. Esta soy yo escribiendo’.

¿Y no le produce cierto apuro escribir, en el sentido de pensar con cierto atrevimiento que lo que usted escriba ha de interesarle a miles de personas?

Si me hiciera esa pregunta llevaría 20 años sin cobrar [en el periódico en que trabaja].

Pero en un periódico es más una intermediaria entre lo que otros dicen o hacen y el lector, mientras que en una novela no hay nadie, salvo el editor, entre lo que usted dice y el lector.

Me estoy exponiendo al lector. Da igual si es una novela, un verso o una crónica, desde donde yo lo cuento es mi persona. Soy yo la que lo cuenta, la que está trasmitiendo algo. Lo que se expone es mi mirada. Si me preguntara continuamente si lo que escribo es tan importante como para merecer el tiempo de alguien, no escribiría nunca. Me engulliría el pudor, cuando paradójicamente soy una persona súper pudorosa. Todos somos un saco de contradicciones.

¿Hasta qué punto es para usted importante el mundillo del libro? ¿Le preocupa su imagen exterior como escritora, el prestigio, la fama incluso?

Dentro de un año contesto a esa pregunta. Yo ahora voy con las luces cortas porque creo que mi realidad me mantiene con los pies en la tierra. No puedo dejar de lado que la escritura me ha dado amigos que me han formado y son gente indispensable en mi vida. Pero no sé lo que me voy a encontrar. Ese mundo literario que dice yo no lo conozco. Hay cierta ventaja en vivir en una ciudad como esta [Santander], pero no puedo negar que desde estudié la carrera todas las personas que me he encontrado en el mundo literario… Es una suerte ser periodista y haberlo vivido desde el otro lado de la barrera, porque he visto muchas cosas desde ese lado.

Pero ¿le gustaría? La figura del escritor tiene cierto reconocimiento social que va más allá de la mera escritura. ¿Lo busca, lo pretende?

Creo que no. Yo solo busco tiempo para escribir, no para convertirme en escritora.

Noticias: La colección de la Biblioteca Menéndez Pelayo se tasó sin acceder a los ejemplares

Desinsectación del fondo de la BMP.

Sin acceder a la colección y con datos incompletos. Así tuvo que realizar la Biblioteca Nacional de España (BNE) el trabajo para valorar en 77 millones de euros la colección de manuscritos y pliegos de Menéndez Pelayo, recurriendo a catálogos de la propia institución, repertorios bibliográficos y los precios del mercado obtenidos entre libreros y casas de subastas para estimar una valoración económica estimada.

La tasación fue encargada por la entonces concejala de Cultura en 2018, Miriam Díaz (PP), para que sirviera de referencia para la contratación de un seguro. El fondo bibliográfico de la Biblioteca Menéndez Pelayo iba a salir de su sede tradicional, que en aquel entonces iba a ser rehabilitada, y por lo tanto se necesitaba un seguro de dos años mientras los libros y documentos estuvieran fuera.

El depósito temporal de los 42.258 volúmenes de la colección en el Archivo Histórico Provincial se produjo en 2019, una proceso que desarrolló una empresa especializada, TSA, que a su vez hizo un diagnóstico negativo sobre el estado de la colección. Fue este diagnóstico, ratificado por la actual técnica al frente de la Biblioteca, Paz Delgado, lo que ha provocado que políticamente se demanden intervenciones o, incluso, la convocatoria de una comisión de investigación como ha hecho el PRC de Santander.

La tasación de la Biblioteca Nacional se hizo a distancia, sin tener acceso directo a los ejemplares, y con dificultades de la propia Biblioteca Menéndez Pelayo a la hora de no facilitar todos los datos necesarios. Por lo tanto, BNE realizó una valoración “aproximativa” de los volúmenes, sin poder comprobar su estado real y estimar su valoración cultural y su tasación comparándolos con ejemplares equivalentes incluidos en repertorios bibliográficos de impresos y manuscritos. La tasación final fue de 77.124.405 euros.

También la Biblioteca Nacional tomó como referencia precios de mercado de libros semejantes a los depositados en la calle Gravina en subastas y comercios de libro antiguo. Este precio de mercado siempre será alto dado que son ejemplares irrecuperables en los casos más significativos. En todo caso, la Biblioteca, dado que hizo la tasación “sin ver las obras”, no descarta un valor superior o inferior.

Entre los ejemplares más destacados de la colección destaca la ‘Crónica Troyana’, el ‘Arte Cisoria’, el autógrafo de la ‘Virtud militante’, de Quevedo; ‘Los melindres de Belisa’, de Lope de Vega; el ‘Yosifón’, en romance; las ‘Enéades’, de Plotino; los ‘Comentarios de Santi Tomás de Aquino a Aristóteles’; y el ‘Cordial de las cuatro cosas primeras o las Antigüedades romanas’, de Dionisio de Halicarnaso, entre otros.

Dificultades de tasación

“Ante la información incompleta proporcionada por la Biblioteca Menéndez Pelayo”, los tasadores tuvieron que buscar alternativas para encontrar una referencia de precio. Se consultó el catálogo de la librería Gabriel Sánchez, de Madrid, que fue el principal proveedor de Marcelino Menéndez Pelayo de fondos bibliográficos para su biblioteca. También se consultaron catálogos conmemorativos, las cartas del polígrafo y otras fuentes alternativas.

La primera dificultad en la valoración fue solventar la discrepancia entre el número total de ejemplares real con el que constaba en la documentación parcial remitida por la Menéndez Pelayo. La segunda dificultad fue que la información atribuida es incompleta, sin constar la fecha, dato fundamental para la valoración. Reclamadas las fechas, la referencia más aproximada que se remitió al tasador fue la del siglo.

En el caso de autógrafos y manuscritos más antiguos se requería además conocer las características físicas de los documentos, para lo cual se tuvo que consultar la información ya contemplada en catálogos impresos de manuscritos.

Otro tanto ocurrió con los legados, donde se encuentran los manuscritos de las obras y el epistolario del propio Menéndez Pelayo, y cuyo valor se tuvo que deducir de catálogos impresos. Los tasadores no pudieron acceder al catálogo automatizado, ya que “el enlace que tiene la página web de la Institución no estaba disponible”.

Para la tasación de las obras, se han seguido procedimientos de valoración media o informaciones externas. Así, se tomaron los manuscritos de los siglos XIV, XV y XVI, los incunables, los postincunables y los impresos de los siglos XVI y XVIII y se ordenaron en grupos lo más homogéneos posibles por tipología y fecha. En cada grupo, se eliminó del cálculo el libro más caro y de los menos valiosos se realizaron catas al azar, calculándose una media de los precios. Dicha media fue la aplicada para calcular el valor del resto de las obras.

Aunque más recientes, la tasación de ejemplares relativamente recientes fue más complicada porque no se partía de una tabla con precios. Así que hubo de obtenerse la información en el mercado y otras fuentes. Lo dicen los propios especialistas de la Biblioteca Nacional en un informe consultado por elDiario.es: “Para los impresos de los siglos XVII, XIX y XX no hemos contado con ninguna información de las obras, solo el número de documentos a valorar. Ni tan siquiera se ha conocido el número concreto de los impresos que corresponden a cada siglo en el caso de los siglos XIX y XX, pues solo se ha proporcionado el número global de títulos correspondientes a estos siglos (35.260). Para la valoración de estos materiales se ha tomado como referencia un valor medio, a partir de los precios de mercado actuales, aparecidos en subastas y en el comercio de libro antiguo para este tipo de materiales”.

La web del Archivo José Ramón Saiz Viadero se abre al público

Página web del Archivo.

La web del Archivo José Ramón Saiz Viadero se abre al público

Cuenta con más de 17.000 documentos, lo que supone alrededor de 45.000 imágenes digitalizada

Desde ahora todos los interesados en consultar los documentos que se encuentran recogidos
en este Archivo Digital, único en Cantabria, podrán hacerlo a través de su página
web.

Así lo han explicado los responsables de GC Proyectos Digitales, empresa encargada de la
elaboración del Archivo Digital, que cuenta con más de 17.000 documentos, lo que supone
alrededor de 45.000 imágenes digitalizadas entre artículos de prensa, fotografías, videos,
obras de autor y colaboraciones y todo tipo de documentos generados por José Ramón Saiz Viadero a
lo largo de su extensa vida personal y profesional, convirtiendo al autor de la Guía Secreta de
Santander
, entre otros trabajos que quedan en nuestra memoria, en el único autor cántabro,
que tiene toda su vida y obra recogidas en un Archivo Digital de estas características.
Un Archivo Digital que es muy valorado por aquellas personas que ya lo conocen y han
navegado por la página web, así como por aquellas interesadas en poder hacerlo.
Este Archivo, de enorme valor documental para investigadores y público en general interesado
en su consulta, servirá de soporte digital para agilizar la búsqueda documental, a través de su
página web, que, según sus creadores, es de fácil manejo y muy efectiva a la hora de encontrar
la información recogida en ella

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