Alberto Mediavilla Quincoces fue de niño algo estrafalario, y muy precoz en algunas cosas; por ejemplo: su obsesión por llamar la atención, y tan metido y hasta entrometido en sí mismo como ruidosa y agitadamente extrovertido.
Alberto Mediavilla Quincoces fue de niño algo estrafalario, y muy precoz en algunas cosas; por ejemplo: su obsesión por llamar la atención, y tan metido y hasta entrometido en sí mismo como ruidosa y agitadamente extrovertido.