
Hija de la aristocracia prusiana, fue de niña la mejor amiga de Karl Marx, con quien casó renunciando a sus orígenes y siguiéndole en sus sucesivos exilios por países europeos. Radicados en Londres, allí vivió la pobreza, la persecución policial y la muerte de varios hijos, así como la infidelidad de su esposo. Jenny fue la secretaria de Karl y transcribía todos sus escritos, al tiempo que fue una colaboradora estrecha.