
Erik Weisz gustaba de darse a la fuga. Alcanzó la fama con un truco llamado Metamorfosis. Siendo un hombre inocente era capaz de escapar de lo mejor que el sistema penitenciario podía ofrecer: la máxima seguridad. Erik lograba salir de cualquier cosa, y eso le hizo poseedor de un gran número de enemigos dentro del sistema político y judicial, pero en igual medida era capaz de reclutar a un número elevado de seguidores. No era ni un criminal ni un santo, y precisamente por eso, por resistir en esa fina línea roja, logró la fama e hizo de su vida una larga fuga. La huida es el argumento básico, como el deseo, la única posibilidad de seguir siendo humanos.
Mi enfermedad es esto: un buen truco de magia.
B. es un joven periodista, cargado de nihilismo y con una bala en la rodilla, que es testigo, en una sucesión de idas y vueltas temporales, de un mundo caótico en donde la violencia, el azar y la falta de asideros estables lo envuelven y lo conducen hacia un final abierto.
El autor de la novela es Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976), doctor en Filosofía por la Universidad de Salamanca, en donde imparte clases. Es autor de los poemarios ‘El orden del mundo’ (Renacimiento, 2003), ‘El hombre que salió de la tarta’ (DVD, 2004), ‘Notas de verano sobre ficciones de invierno’ (Visor, 2005), Pequeños círculos (DVD, 2009)y el ensayo ‘El poema envenenado. Tentativas de estética y poética’ (Pre-Textos). Ha editado la poesía ultraísta de José de Ciria y Escalante y la novela ‘Logaritmo’, de Antonio Botín Polanco. Con El Desvelo Ediciones ha publicado ‘La vida me sienta mal?, sobre el movimiento romántico en Europa y el ensayo ‘Si fuera posible montar en una bruja’, sobre la obra de Leandro Fernández de Moratín.