Nuestro consejero editorial es un tipo duro (ver imagen adjunta). Siempre vigilante, fiel guardián de los principios editoriales, no está para tonterías. Sabemos que para él difícil es soportar a la otra mitad de la cosa editorial esta, pero a veces somos, ejem, nos portamos como viejos camaradas y casi, casi, somos amigos.