Conocimos a Elena Medel en Madrid y sus libros nos encantaron. Su definición de lo editorial también. Ahí va:
La editorial El Olivo Azul inicia su andadura en octubre de 2007 con la idea de editar libros singulares de autores -grandes, oscuros, invisibles, felices y torturados- de la literatura europea moderna y contemporánea. Muchos de estos libros son desconocidos para los lectores españoles, ya que nunca se han traducido, o sí lo han sido, pero de una manera negligente, o bien son hoy inencontrables. Nuestra aspiración es crear un catálogo de libros perdurables que dejen rastro. A pesar de su variedad de temas, formas y estilos, todos ellos han de tener algo en común, un cierto espíritu, un yugo que nos imponemos con gusto: ser un cuchillo, como esperaba Kafka de su propia obra, que sirva para quebrar la capa de hielo que cubre el corazón de los hombres. Apostamos por la calidad y singularidad de nuestras propuestas, y eso en los contenidos pero también en las formas: cuidamos escrupulosamente las ilustraciones y el diseño de cada libro, utilizamos un papel ahuesado de extremada calidad y resistente, imprimimos en una máquina de última generación que asegura una impresión muy por encima de la media del mercado aunque suponga una merma en nuestro margen de beneficio, y por último extremamos la atención a la encuadernación, un proceso muchas veces desatendido que permite garantizar la durabilidad del libro. Y Europa. Entendemos que Europa no es sólo un espacio geográfico, tantas veces desunido y enfrentado a sí mismo, sino, pese a su complejidad, una empresa cultural común, un archipiélago de voces aparentemente desunidas pero que comparten un mismo sustrato: Europa es una mujer raptada, pero también un hombre solo que sale a descubrir el mundo a lomos de un flaco rocín, un hombre que tiene calor en una playa de África, un hombre que se despierta convertido en un insecto; Europa es la guillotina, pero también son los cafés y los trenes que se comen a los hombres y la sonrisa de Safó y la diáspora y la ventura de unos marineros que se equivocan de hemisferio. Eso y algo más pretendemos que demuestren nuestros libros. Un empeño andaluz, un cuchillo, un barco a la deriva, tal es el viaje del Olivo Azul.