“Esta noche tórrida hay mucha, demasiada gente, en el oscuro corazón del burdel. Hasta la silenciosa y tímida india, a la que apodan la mudita por su enigmática locuacidad, tiene hoy abundante trabajo. Se beben licores fuertes, que sirven en vasitos de vidrio unas muchachas pálidas de polvo de arroz, y los hombres murmuran, mientras esperan su paciente turno, frases largas que pueden parecer letanías de oración.”
Marcos-Ricardo Barnatán. Errante en la sombra