Descripción
Una casa no es un hogar es un relato ameno que se lee como una novela en donde se cuenta las vicisitudes de una niña rusa que a la edad de doce años parte sola para América en busca de la Tierra dorada o Goldine Madina, como se decía en Yanow, la aldea rusa en donde nació. Heredó el espíritu aventurero y soñador de su padre y también «su terco rechazo a conformarse con segundos platos y preferir un rol en la vida que no limitase mis actividades a cocinar, coser, fregar y parir hijos». Con esa filosofía, viaja sola a América a una edad demasiado temprana para lo que ahora estamos acostumbrados. A los catorces años comienza a trabajar en diversas fábricas y enseguida se dio cuenta de que en una fábrica de hilos, o de telas o de corsés nunca saldría de la pobreza, y tenía claro que ésta no formaba parte de su futuro. Polly Adler se hizo madame más bien por casualidad y por casualidad se inició en el negocio convirtiéndose en toda una celebridad en el Nueva York de 1920, en plena Ley Seca.
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