Etiqueta: Cosas…

Cosas…, en Qvorvm

La Revista Qvorvm publica una reseña del poemario Cosas que sólo suceden cuando a ti te pasan, de Javier Fernández rubio, en su último número. El artículo está firmado por Guillermo Balbona. Gracias a todos.

Cosas veredes

No sé si a Vargas Llosa y a Saramago le pasan estas cosas, pero en la presentación de mi libro le birlaron un ejemplar a uno de los asistentes. No fue una casualidad. Era el único que lo había comprado.

Gentilmente le ofrecí el mío.

No sé si esto es para sacar pecho o retirarse a la Polinesia.

Javier

Javier, en El Mundo Cantabria

Reseña de ‘Cosas…’ por Silvia Ezcurdia

Cosas que sólo suceden
cuando a ti te pasan

Editorial El Desvelo
por SILVIA EZCURDIA

No importa al siglo al que pertenezca o las circunstancias que rodearon al autor. La literatura es el subconsciente del escritor puesto en marcha sobre dos ejes: amor y muerte. Y ambos son dolorosamente físicos, como nos demuestra Javier Fernández Rubio en este poemario con el que se estrena en la recientemente creada editorial cántabra El Desvelo, de la que es editor.
El escritor y periodista intenta atrapar los cabos sueltos del lenguaje para abordar este concepto inenarrable, inaprensible y esquivo, que responde, ante todo, a una experiencia compleja que a todos nos acaba alcanzando alguna vez en la vida.
En estos poemas el amor se nutre de lo concreto, se vuelve tangible y se expresa con un lenguaje explícito: «…Aquella nube adquirió bajo un sol sin ruedas la misma curvatura golosa de tus nalgas cuando mis manos se cierran sobre ellas y me tomo media hora para salir de ti», para retomar a la vuelta de la página un lenguaje tan antiguo como la humanidad, en el que el vino es «símbolo de vida», como definió en una ocasión Ana María Matute, pero también destrucción del vínculo con el amado.
La estructura del poema juega también a dibujar imágenes sobre el papel (tal vez un cáliz o una mujer) otorgando a cada verso una extensión, rompiéndose cuando las palabras lo piden, repitiéndose o borrando toda puntuación acelerando así el ritmo cardiaco del poema.

Guillermo Balbona

Guillermo es una de las personas con el cerebro mejor amueblado que conozco. Es por eso que le estoy muy agradecido por estas palabras que leyó en la presentación de mi poemario y que, por supuesto, son totalmente inmerecidas.

Javier Fernández Rubio

__________________________________________

COSAS QUE NUNCA SE DICEN EN UNA PRESENTACIÓN

Siempre he pensado que todo periodista tiene algo de poeta crónico y clónico y que todo poeta posee algo de cronista de vida. Ahora que las caprichos empresariales del destino, que también los tiene, a veces más que los emocionales, han separado nuestras geografías profesionales, yo intento ver a diario el mundo y él ve el mundo a diario. Con Javier he compartido sístoles, diástoles y dislates, latidos sordos, ensordecedoras naderías y, aquellas pequeñas cosas que como canta el otro son las verdaderamente importantes para que podamos decir lo de….de vez en cuando la vida. También en el camino han existido proyectos imposibles, jornadas como agujeros negros y túneles, sin embargo, tan claros, que nos permitían vivir ese engaño que consiste en creer que todos los días nos devuelven la luz fundacional de las cosas. Por supuesto, también hemos soportado las sombras chinescas del poder y hemos asistido a las mayores representaciones de la falacia, esas lecciones de hipocresía que se escriben en las pizarras de pesudoprofesionales dispuestos a vender la vida al mejor postor tras concebir todo acto creativo como una mera factoría de rendimientos óptimos. Pero la palabra, como redención, enigma, baúl, metáfora y travesía, ha cruzado unas veces envenenada, otras asombrada, entre tanto cotidiano cuaderno de miserias y grandezas. Javier sabe que si escribes sin dolor estás levantando acta notarial de la defunción de tu escritura. Uno se vuelve monólogo, monologuista insípido, y endeble replicante de la cosa. Si escribes con pasión estás dando un permanente corte de mangas a la muerte. Empecé a chutarme poesía a los 12 años así que de tal adicción, concluyo que el poemario de Javier me enseña caminos reconocidos, sendas redescubiertas y muchas autopistas que llevan el nombre de cuerpos ajenos, mujeres inalcanzables, -lo son todas-, y una naturaleza mixta donde los objetos, los cuerpos y lo natural se funden y confunden como personajes de una novela río en busca de un caudal y una desembocadura definitivas. En los versos de Javier el poema posee formas sinuosas, elegantes y lúdicas de verdad certera, pero también rebosa mentiras sinceras. Hoy en día cuando reina la falacia o la impostura, donde lo mediático es la mentira, donde la pose es norma y dictado, lo adulterado es carne y el tacto superficial el mercado, estos versos tienen esa cualidad tan infrecuente de respirar verdad, de no eludir el combate interior y de exudar y sangrar toneladas de afectos y desafectos en un mar de ternura y desazón bien entendidos. ‘ahora celebremos el mundo mientras el amor nos cubre la retaguardia’. El ritual poético de Javier radica en mostrar señales equívocas, en buscar el contraste, en regodearse en los claroscuros, en partir de la crónica para detenerse en la metáfora y, por contra, en construir un estado poético que acabe por narrar la vida. Contra viento y marea, a lo Patrick O’Brian, el poeta escribe un cuaderno de bitácora que desafía las tormentas del desamor, posee el eterno retorno del relato del náufrago y echa el ancla junto a calas que son cuerpos y palabras que son cielos protectores. Unas veces desolado, otras vencido, pero siempre con la elegancia cínica de quien extrae resina de las sensaciones o sabe grabar un nombre a tiempo, un rescoldo, un legado de arqueología sentimental que sobrevuela la fugacidad de todo. Con la cabeza alta, todo este poemario, estas ‘Cosas que sólo….’ son un bolero de sombras y redención donde se pronuncian muchos dolores y se rinde cuentas ante el tribunal de las emociones. En una de las muchas hermosas cartas que Francis Scott Fitzgerald y Zelda Sayre se cruzaron como posesos de sí mismos, que es el único amor posible y el que merece tal nombre, el autor de El gran Gastby escribió:» «La infelicidad es menos aguda cuando uno vive con algo de sobria dignidad». ‘No sufro por amarte te amo por haber sufrido y amar puede que no nos haga felices pero hace que vivir esté más limpio’ Como en las esculturas de Chillida o de Pablo Serrano, en estos poemas asoma la presencia de la ausencia, y su reverso. Acostumbrado a esa velocidad que conduce a ninguna parte y a la celebración de lo inane e inútil, estos poemas nos permiten tomar aire, comulgar con y en la palabra, y entre la restitución y la incitación al pecado, posar ‘la cabeza en la almohada hasta hartarnos de sangrar amor que luego vendrá el día y nos cubrirá de infamia’. Javier sabe que hay una cruzada prosaica, invisible pero lacerante, que trata de despojarnos del mundo, de robarnos la voluntad de vivir, de capturar los sueños de amor. Es mentira que las grandes obras sean cerradas, totales, finales. Viene de lejos esa caricia que siempre creemos penúltima o definitiva. Cuando volvemos a Rebeca nada es igual. Puede que esta vez no se la hayan llevado las olas. Lo malo es que aflora un presente extraño en el que algunos quieren convertir a Manderley en un hotel de lujo. En Casablanca el avión destinado a Rick e Ilsa es de Rayanair, los cabrones de controladores áereos les han dejado en tierra y Humbrey e Ingrid se ven obligadosa desnudarse , que es el sexo de Auswistchz, para pasar por el escáner y observar obscenamente como palpitan sus corazones. Hacemos esperar al amor y ya nada es igual, las criaturas en una cola inmensa, que nunca se mueve, acabarán odiándose. Nos salva la palabra. Javier escribe “y poses tu cabeza en mi vientre y me hagas renegar de la fe como un dios ateo”. Temblores, quebrantos, deseos, espejismos elegíacos, himnos huérfanos, y entre tanta trascendencia ‘el mordisqueo de unas nalgas blancas y 32 maneras de decir lo siento’. Este ‘desvelo de Cosas’ es una ofrenda, cirugía amorosa para cuerpos que se abrazan tanto como se despiden…. me lo has odio decir mil, diez mil veces estos años… Daría, hubiera dado, doy un brazo por haber escrito esto de Claudio, Rodríguez claro; de Luis, Cernuda claro; de Fernando, Pessoa, claro; de Mario, Benedetti por supuesto… y ahora de Javier, Fernández Rubio, desde luego. ‘porque mi respiración ya no te deja dormir aunque a mí la tuya todavía me quite el sueño’ Como en las grandes obras, como la vida el poemario queda abierto. Gracias Javier por esta herida, hendidura, escritura.

Sobre la rabia de las ‘Cosas…’

Este es un libro doblemente pudoroso. Si la poesía es un exhibicionismo descarnado, ‘Cosas…’ ha debido saltar una doble barrera de pudor: el de mostrarse y el de mostrarse rabioso. He pensado, perplejo, en definir esto que he creado y la mejor palabra es rabia. Rabia en la forma y rabia en el contenido. Rabia por los cuatro costados, una rabia esférica. Por eso estoy doblemente contento: porque he superado mi pudor y he superado mi rabia.

Escribir es un exorcismo. Publicado el libro, muerta la rabia.

Presentación ‘Cosas…’, 5 de marzo

Muchos amigos, muchos nervios pero al final todo salió bien. Gracias en especial a Paz Gil, Alberto Santamaría, Guillerno Balbona y Mada Martínez. Todos estuvieron brillantes.

Puesta de largo de ‘Cosas…’

Mass Media

Últimas apariciones estelares de los editores:

Cadena Ser (Gracias Bea)

Telecantabria, informativo (Gracias José Antonio)

Aquí FM (gracias Chimo)

Europa Press (gracias Ana & Cía)

Onda Cero (today, gracias Teresa).

…….

CANTABRIA.-El poemario ‘Cosas que sólo suceden cuando a ti te pasan’, de Javier Fernández Rubio, se presenta el viernes SANTANDER, 3 (EUROPA PRESS)

El poemario ‘Cosas que sólo suceden cuando a ti te pasan’, del periodista cántabro Javier Fernández Rubio, se presentará el viernes, día 5, en la librería Gil de la calle Hernán Cortés a las ocho de la tarde. Con esta obra, El Desvelo Ediciones inicia su colección poética Última Thule. La presentación correrá a cargo del poeta, crítico y ensayista Alberto Santamaría, autor del prólogo, y del periodista Guillermo Balbona. ‘Cosas que sólo suceden cuando a ti te pasan’ está compuesto por 45 poemas de corte amoroso que remiten a un estado geológico de la relación pasional en donde la naturaleza se metamorfosea al socaire del sentimiento. Los versos carecen de puntuación ortográfica, tienen una sintaxis y una semántica deliberadamente sencillas, pero con giros caprichosos, y están salpicados de imágenes poderosas.

Mada, Javier, Alberto, Guillermo…

La presentación de un libro en el fondo es una fiesta. Así que estamos preparando la fiesta del viernes a la que están invitados todos los amigos. Alberto Santamaría y Guillerno Balbona harán las veces de anfitriones, a la par que Paz y Gisella, de la Librería Gil. Mada y Javier, éste en su doble papel de víctima y verdugo, tampoco se lo perderán. Y esperemos que acudan Nur, Paz, Carmen, Mónica, Javier, Merche, etc. etc. No habrá pinchos pero sí un libro que creemos merece la pena de ser leído o tirado, pero no arrinconado (esperamos que sea lo primero).

Libro: Cosas que sólo suceden cuando a ti te pasan

Autor: Javier Fernández Rubio

Prólogo: Alberto Santamaría.

Presentación: Guillermo Balbona, Alberto Santamaría.

Lugar: Librería Gil (Hernán Cortés, Santander)

Hora y día: 5 de marzo, 20.00 horas.

En la foto de Nur: el autor acicalándose en los preparativos del evento.

A %d blogueros les gusta esto: