El libro de Fernando Abascal sobre el pensamiento y la obra del dramaturgo francoirlandés Samuel Beckett ha tenido una gran acogida. A continuación os dejamos puntos de venta de ‘La mecedora de Beckett’, tanto físicos como online. Es un listado, como todo en esta vida, provisional.
El Corte Inglés, FNAC, Casa del Libro, Amazon, Elkar, La Central, Laie, Santos Ochoa, Oriental (Madrid), Antígona (Zaragoza), Agapea Factory (Palma de Mallorca y Málaga), Biblioteca de Babel-Caixaforum (Palma de Mallorca), Calders (Barcelona), Cent Vides (Molins de Rei), La Llar del Llibre Centre (Sabadell), Puvill (Barcelona), Follas Novas (Santiago de Compostela), Antonio Machado (Salesas y BBAA, Madrid), El Aleph (Madrid), Enclave de Libros (Madrid), Girasol (Algete), Marcial Pons (Madrid), Pasajes (Madrid), Sin Tarima-Antón Martín (Madrid), Visor (Madrid), Anais (Castro Urdiales), Campillo (Torrelavega), Cervantes (Oviedo), Vorágine (Santander), El Corte Inglés (Santander), Gil (Santander), Sancho Panza (Cabezón de la Sal), Taiga (Torrelavega), Unquera (Unquera), Ambra (Gandía), París Valencia 1 (Valencia), Popular (Albacete), Babel-Gran Capitán (Granada), Luces (Málaga), Rayuela (Málaga), La Latina (Salamanca), Saltes (Huelva), Letras Corsarias (Salamanca), Margen (Valladolid), Tanco (Ourense), Versus (Lugo).
La decimotercera entrega de los Textos Insólitos aborda desde todas las perspectivas la incomensurable figura de Beckett. ‘La mecedora de Beckett. Enunciados de lo indecible’, de Fernando Abascal, es el resultado de una amplia reflexión de los principios nucleares de la obra del escritor irlandés, algo que el autor aborda y transmite con talante divulgativo, intentando penetrar en lo indecible, intentado convertir en fallido el aparente hermetismo de la obra y del lenguaje.
La obra saldrá al mercado en toda España el 30 de enero al precio de 12 euros, aunque ya puede reservarse tanto en la librería habitual como en los canales de venta online.
Samuel Beckett estrenó en 1981 Rockaby, uno de sus monólogos para mujeres más intensos. En este drama, una envejecida mujer permanece sentada en una mecedora, un recurso reiterado en sus obras y de fértil simbolismo -senectud, sosiego, paso del tiempo, sueño, ritmo, latido…- Pongamos que es el mismo Beckett quien se balancea en su mecedora y quien, desde dentro y desde fuera de sí mismo, en una dislocada alteridad y cuestionando el sistema de representación del lenguaje, nos habla de la imposibilidad de toda tentativa de comunicación verbal, de lo fallido de nuestras percepciones y de la defunción de la esperanza, toda una poética del silencio y de ese credo estético del fracasa mejor que enunció en su obra Rumbo a peor (1983).
Este volumen no es un ensayo académico, ni lo pretende. El autor tiene el suficiente pudor para manifestar que nada sustancial sabría añadir a lo mucho dicho y escrito, todo un diluvio crítico, sobre la obra del irrepetible autor irlandés, un creador de perenne vitalidad que supo descolonizar el lenguaje, devolver a las palabras su pureza germinal a la vez que su desolador silencio, y mostrarnos, desde una turbadora perplejidad, incluso mediante una lengua ajena, la incomunicabilidad trágica, no exenta de ternura, humor y parodia, del ser humano.
Samuel Beckett, en 1977
Más bien, este libro insólito es el resultado de una lectura muy personal y tal vez algo impertinente y redundante, sin notas a pie de página y conscientemente huérfana de bibliografía, de la obra de Beckett y de la resonancia que en mí generan su escritura y su pensamiento. Una escritura de la penuria, como el autor la definió, caracterizada por un estilo que renuncia a las posibilidades retóricas que le ofrece el lenguaje, adelgazado este hasta el silencio. Y es que Beckett exploró como nadie lo había hecho antes la grieta que separa la vida del lenguaje que la nombra o pretende explicarla. Lenguaje como simulacro incapaz de trinchar la realidad, de pensar el mundo; literatura como desvanecimiento; habla como reiterativo balbuceo o cháchara que sostiene a los personajes de sus obras: lisiados, mendigos, vagabundos, tarados… entes sin función simbólica que no pretenden otra cosa que dejar de significar, que se limitan a esperar en unos espacios informes, sin identidad, una tierra de nadie donde todo es innombrable, salvo el tiempo. Nothing to tell y, sin embargo…
Ese es, en definitiva, el propósito de Fernando Abascal: abrir una conversación para distraer la espera entre tres interlocutores: Samuel Beckett, el lector y el autor, sobre algunos conceptos nucleares en su obra: el lenguaje, el silencio, el tiempo, el espacio, los personajes, las cosas. Hechizados por la nada, acunados por el vaivén de la mecedora, sabiendo de la imposibilidad de entender y reflejar estética y ontológicamente el mundo a través del lenguaje; descreyendo de las mismas palabras; a pesar de todo, de nada y de la nada, incluso del mismo silencio, Fernando Abascal osa enunciar lo indecible.
FERNANDO ABASCAL: Catedrático de Instituto y profesor en el Centro Asociado de la UNED en Cantabria, también ha impartido clases y cursos de literatura en la Universidad de Cantabria y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Es autor de numerosos artículos y estudios sobre temas literarios, así como de los libros de poemas: De palabra, La memoria del cuerpo, Manual para cruzar el mar, Los poemas ásperos y Torre Hölderlin.
Fernando Abascal.
FERNANDO ABASCAL: Catedrático de Instituto y profesor en el Centro Asociado de la UNED en Cantabria, también ha impartido clases y cursos de literatura en la Universidad de Cantabria y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Es autor de numerosos artículos y estudios sobre temas literarios, así como de los libros de poemas: De palabra, La memoria del cuerpo, Manual para cruzar el mar, Los poemas ásperos y Torre Hölderlin.
Estos días ya está a disposición de los libreros (www.udllibros.com) el Premio Internacional de Poesia ‘Gerardo Diego’, que patrocinado por el Gobierno de Cantabria, hemos editado por segundo año. En esta ocasión ha sido seleccionado por el jurado presidido por Jaime Siles “Largo lamento de breves”, del salmantino Antonio Mayor.
El poeta Jaime Siles, que presidió el jurado del premio ‘Gerardo Diego’, definió el poemario firmado por Antonio Mayor como “minimalista”, ponderando la utilización de un lenguaje “claro y directo” en la línea de la poesía centroeuropea, donde destaca la “economía lingüística”.
Para Siles, estamos ante un autor “maduro”, en cuyo verso “breve” resalta el sentido del “ritmo”, utilizando la aliteración de una manera “muy audaz”. El jurado lo integraban también Fernando Abascal Cobo, Luis Alberto Salcines Pérez y Ana Rodríguez de la Robla.