Etiqueta: Miranda y próspero

‘Como todos los días’, la vuelta de Álex Oviedo a la narrativa con una comedia costumbrista

Como todos los días, de Álex Oviedo.

Ya tenemos en preventa Como todos los días, lo último de Álex Oviedo, autor bilbaíno del que hemos publicado dos novelas: El hacedor de titulares, en comandita con Elena Sierra; y Ausentes del cielo, un texto con ribetes de thriller. Oviedo cambia ahora de registro y se acerca al lector desde la comedia, o mejor dicho, desde la crónica bulliciosa y desprejuiciada, de una comunidad de vecinos.

La vida monótona y ordenada de un hombre solitario se ve alterada tras la amenaza de uno de los ladrones que ha visto salir del piso de sus vecinos. Este encuentro, intrascendente para la policía, le hará replantearse si tienen algún sentido muchas de las cosas de su día a día: por un lado, la relación que mantiene con su amiga Paula; por otro, un puesto de trabajo y un jefe al que no soporta. Aunque le animará también a conocer a una mujer con la que se cruza cada mañana de camino a la agencia.

Hasta aquí podemos llegar.

‘Lavas Remi’, de Kepa Murua: un extracto previo a la presentación

Lavas Remi, de Kepa Murua

Este jueves, presentaremos en Vitoria (Mara-Mara, 19.30 horas) la novela de Kepa Murua, ‘Lavas Remi’, de la que aquí os ofrecemos un extracto. Esta peculiarísima historia entre un asesino a sueldo y un hombre timorato será introducida para el público en el acto por el también escritor Francisco Taboada.

Un buen hombre, uno de esos ciudadanos a los que yo y otros como yo defendemos en la oscuridad de la historia. Esa mayoría que debería dormir tranquila. Por lo que leo en estos papeles que recogí del suelo, veo que es un poco tonto, una persona sensible que se excede en sus pensamientos. El hombre de acción reafirma los lazos cada vez que ataja los hechos. Las mujeres asesinadas por razones de seguridad interna no son conocidas por el público. El poder tiene unos tentáculos de largo alcance, indeterminados y en última instancia, el dinero podría importarme porque finalmente se compra todo: un sicario trabaja por dinero, un profesional es un ejecutor que responde a un código secreto. Pocas veces archivo los planos y las notas de cada acción; mi mente sí que lo hace. Mucho menos las carpetas y datos que se nos entregan de las personas a ejecutar. Lo único que guardo son unos códigos que podrían defenderme y las cifras que podrían ayudarme en caso de necesidad. ¿Cuatro asesinatos? Ningún detenido. Todas eran extranjeras, dos venezolanas y una argentina, la cuarta era mexicana. […]

Kepa Murua
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