Miguel A. Moreta-Lara, autor del libro, y Marta Cerezales-Laforet presentarán ‘Infierno y paraíso’ en Santander. Les acompañará el editor Javier Fernández Rubio.
Este es un libro sobre la mar, donde tantos libros se perdieron, donde naufragan hermosos seres en islas de ensueño o de dolor. Persigue la ebria poesía de los mascarones. Surca mares amargos subido a la madera con la que se fabrican libros y barcos. Este es un libro también sobre mujeres fascinantes y maldecidas. Acaso marear estas páginas sea también piratear historias que tratan de tantas mujeres luchadoras y ninguneadas. Este libro quiere desplegar velas, encender cirios que iluminan las diosas locas, cisnes en la charca.
Miguel A. Moreta-Lara Nació en Marruecos. Su infancia y adolescencia transcurrieron en la localidad saharaui de Villa Cisneros/Dajla. Se licenció en Filología Románica por la universidad de Valladolid (1976). Catedrático de instituto jubilado. Profesor en universidades de Marruecos (Mohamed I, Uxda y Mohamed V, Rabat) y Hungría (Eötvös Lórand, Budapest). Ha publicado, ‘La Manganilla de Melilla de Juan Ruiz de Alarcón’ (con Jesús F. Salafranca, 1993), ‘Repertorio de hispanistas magrebíes’ (con Mohammed Salhi, 1998), ‘Más amor y más sufrir’, ‘La imagen del moro’ y ‘Contar las cuarenta’, este último con el Desvelo Ediciones.
Agotada la edición que dimos a la imprenta 2010, vamos a poner en abril en circulación una segunda edición mejorada de ‘La educación de las hijas’, de Mary Wallstonecraft.
El libro es un antecente claro de uno de los monumentos del protofeminismo, ‘Vindicación de los derechos de la mujer’.
Prologado por Amelia Valcárcel y con traducción de Cristina López González, este opúsculo es una muestra del pensamiento político de una mujer de 27 años que ya ha pasado por numerosos sinsabores en la vida y que pretende instruir a otras mujeres en lo que la vida les pueda ofrece.
El libro fue escrito en los prolegómenos de la Revolución Francesa y en él está el germen de un pensamiento inconformista y contradictorio, en donde una mujer que defendía la racionalidad fue víctima de las pasiones. Sin embargo, su principal aportación fue sentar las bases de la emancipación de la mujer, algo que nunca se le perdonó, sobre todo tras la publicación de sus Memorias, de una gran sinceridad, que su viudo sacó a la luz tras su muerte.
Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft fue madre de Mary Shelley, autora de Frankestein o el moderno Prometeo. Casada con uno de los pilares del movimiento anarquista, William Godwin, y suegra del gran poeta romántico Percy B. Shelley, Wollstonecraft murió días después de dar a luz a Mary, de fiebre puerperales.
Cuando su hija acudía a su tumba, lo hacía con un libro que leía sentada en las inmediaciones. Ese libro era ‘La educación de las hijas’.
Género e identidad sexual configuran las bases de este ensayo que toma posición a favor de un feminismo y de una izquierda de la igualdad.
A partir del 7 de marzo tendremos a la venta ‘Del gen al género. Sexo, deseo e identidad en el siglo XXI’, del psiquiatra y ensayista Rafael Manrique.
La relación entre sexo, deseo y género es una de las polémicas más importantes y, a menudo, cargadas de ideología y emocionalidad del siglo XXI. Con frecuencia, esas tres realidades se dan como sinónimos o, lo contrario, como opuestas unas a otras. Es necesario establecer definiciones y precisiones o el avance será imposible.
La biología, la motivación y la experiencia se refieren a dimensiones del ser humano que se van a entender en el marco de un debate entre la igualdad y la identidad. Una parte importante de la izquierda y del feminismo ha venido insistiendo en los últimos años, para bien y para mal, en la identidad, dejando de lado el tema de la igualdad y la justicia.
Este libro realiza un recorrido que va desde las realidades biológicas y genéticas humanas hasta la experiencia de género. Biología y experiencia, conceptualmente bien distintas y ambas importantes.
A continuación, el libro se adentra en explicaciones antropológicas y sociales para acabar analizando los movimientos LGTBIA+ como formas de una experiencia real sin pretender ser cualidad superior o inferior a ninguna otra. Lo queer es un movimiento que se vive, según sostienen sus creadoras, como crítico con la totalidad de las posiciones actuales, incluidas las LGTBIA+.
El libro argumenta su posición a favor del feminismo y de la izquierda de la igualdad, frente al de la identidad. Es un trabajo personal, pero al tiempo incorpora una gran parte de las aportaciones a este tema del pensamiento y la acción de las personas relevantes en estos campos. Cuando en España y en todo Occidente se están debatiendo políticas y leyes sobre la homosexualidad, la transexualidad o la intersexualidad, este trabajo se ofrece como una visión básica para seguir definiendo con precisión conceptos y acciones.
Rafael Manrique
Rafael Manrique Solana es psiquiatra y doctor por la Universidad de Cantabria. Trabaja en práctica privada en Santander. Sus áreas de trabajo son la psicoterapia y las relaciones amorosas, temas sobre los que ha publicado diversos libros. Las áreas de interés no profesionales son el cine y los viajes, sobre los que asimismo ha publicado varios trabajos. Publicó con esta editorial la novela ‘El Gran Vacío Amarillo’, junto a Silvia Andrés Serna y el ensayo ‘Subversivo’, en colaboración con Begoña Cacho. En solitario ha publicado el ensayo ‘Cásate (o no)’.
En 1925, Maria Leitner tiene 33 años, y a bordo del Thuringia parte rumbo a Nueva York. Durante cuatro años recorrerá EE. UU. de norte a sur, así como la costa Oeste: una pequeña ciudad en Pensilvania, Tennessee, Charleston en Carolina del sur, Atlanta en Georgia, Tampa en Florida, Washington son solo algunas de las etapas de su periplo. En los mismos años, otros reporteros recorrían el «nuevo mundo». Alfred Kerr, por ejemplo, en su Yankee-Land (1925) hace un desmedido elogio de las metrópolis americanas; Ergon Erwin Kisch desembarca también en Nueva York en 1929, y pone rumbo a Los Ángeles —donde se encuentra con Upton Sinclair y Charlie Chaplin—, después prosigue a San Francisco, Chicago y Detroit. Fruto de sus viajes será una serie de reportajes reunidos en El paraíso americano, que denuncian el capitalismo y el imperialismo. También Alfons Goldschmidt en 1929, Arthur Holitscher en 1930 y Ernst Toller en el mismo año realizan sus aportes al tema. Frente a ellos, una reportera, ¡una mujer!, viaja por el mundo sola (no hay indicios que permitan suponer que fuera acompañada, y su hermano había muerto en 1925). Lo que le interesa ver en el «país de las oportunidades», en la «tierra prometida» es cómo viven / malviven los asalariados, cómo viven en realidad los empleados, los obreros; para a continuación transmitir nuevos puntos de vista sobre cómo funciona la sociedad estadounidense, y desvelar la otra cara del «sueño americano». El foco de atención de sus reportajes está centrado en las mujeres trabajadoras. Pero también escribe para ellas, para las mujeres alemanas de la República de Weimar, que ven al otro lado del océano la esperanza de una vida mejor, a ellas pretende ofrecer una imagen realista de los EE. UU. La reportera Leitner enviaba a Alemania lo que hoy se denomina reportajes encubiertos, que eran publicados en revistas de amplia tirada.
Maria Leitner
Durante años practicó en América el periodismo de investigación, varias décadas antes que el controvertido Günther Wallraff, «el periodista indeseable»; para ello desempeñó al-rededor de 80 empleos (camarera, pinche de cocina, obrera en diferentes fábricas, sirvienta, cocinera, fregona, dependienta, etc.); camuflada entre los más desfavorecidos de la sociedad americana fue testigo del diario racismo frente a la población de color y los latinos, del machismo hacia las mujeres y del menosprecio frente a todos aquellos que no se ajustaran a la ética laboral del puritanismo. La camaleónica Leitner observa fregona en mano, decora y rellena chocolatinas, clasifica hojas en una tabacalera, se encarga de dar la cena a los hijos de un mafioso contrabandista de alcohol, vigila que nadie se lleve nada en el departamento de confección de unos grandes almacenes; examina el Way of Life de la sociedad americana en Palm Beach, en los clubes de jazz, en una fiesta de pijamas a bordo de un yate, en un club de golf o en un automat, cuya descripción nos evoca al cuadro de Edward Hopper del mismo nombre, y fechado en 1927.
Leitner, en Surinam.
Será la periodista y ensayista Barbara Ehrenreich quien décadas más tarde continúe la labor investigativa de Leitner en los EE. UU. Su Por cuatro duros. Cómo (no) apañárselas en Estados Unidos (2002) es un reportaje undercover sobre sus experiencias como «Global Woman» en el mundo laboral. Leitner no fechaba las etapas de sus viajes, las informaciones biográficas apuntan a que éstos se realizaron entre 1925 y 1928. Los artículos que regularmente iban siendo publica-dos en la prensa alemana fueron recopilados en el libro titulado Una mujer viaja por el mundo (1932); en él, los reportajes aparecen ordenados según criterios geográficos. La reportera después de cruzar los EE. UU. salta a Centroamérica y Sudamérica, a Venezuela y las islas del Caribe. Y aquí radica la otra gran novedad en su periplo viajero, pues se adentra en zonas y parajes
Habitaci´ón compartida.
herméticamente cerrados, en las no-go areas a las que no se permitía la entrada a ningún periodista: la colonia penal en la Isla del Diablo frente a la Guayana Fran-cesa. Los más terribles y más peligrosos «sujetos» eran deportados por la administración francesa a esta isla. Allí estuvo recluido injustamente durante cinco años Alfred Dreyfus, acusado de delito de alta traición. Era el islote más vigilado, el símbolo del horror. Leitner no menciona el affaire Dreyfus aunque esta serie de crónicas sí se centra en temas de gran complejidad como el crimen, el castigo, los derechos humanos, el poder o la dominación, para a la vez cuestionar el sistema legal imperante. La reportera viaja de isla en isla, de prisión en prisión, comenzando por el Camp de Transportation; hoy, el campo descrito por ella sigue existiendo pero como atracción turística en Saint Laurent-du-Maroni. Para no pocos viajeros y periodistas modernos las prisiones eran un «hot topic»; también Egon Erwin Kisch, por ejemplo, manifestó una cierta obsesión por los reportajes sobre y desde las prisiones en El paraíso americano (1929).
Fregona.
En las tierras centroamericanas y caribeñas, Leitner alude a la historia postcolonial y a la presencia neocolonial. En Venezuela, Haití, Curazao o los campos de diamantes en la Guayana Británica describe cómo las potencias coloniales, los consorcios internacionales, las autoridades e instituciones explotan a la población autóctona y se apropian de los recursos naturales. No se ha podido comprobar, pero parece probable que algunos de estos reportajes fuesen encargo de organizaciones como la Liga Contra el Imperialismo y la Opresión Colonial o la Ayuda Obrera Internacional. En 1958, la biznieta de Theodor Storm, Ingrid Bachér, realizaría un viaje por Sudamérica, y los reportajes producto del mismo los reúne en Viaje caribeño, una obra que recuerda la singladura de Maria Leitner por las islas centroamericanas.
Desde la terraza de un rascacielos.
Una mujer viaja por el mundo fue pronto traducido a varios idiomas. En la URSS constituyó la base para un manual de aprendizaje de la lengua alemana que se publica-ría a partir de 1936, siendo considerables las múltiples tiradas e reimpresiones que de él se hicieron (25 000 ejemplares en 1936 y 50 000 en 1940). Una suerte muy distinta tuvo la autora en el «bloque occidental», donde fue olvidada al igual que su obra. Solo en la antigua República Democrática Alemana algunos de sus libros se editaron como ejemplo de «literatura proletaria». Ha sido a partir de 2013 cuando se ha iniciado el rescate literario de esta escritora y reportera, prototipo de la nueva escritora que Erika Mann definía así: «La mujer que hace reportajes, en artículos, obras de teatro o novelas, no se entrega, no escribe con las tripas, escribe sin desnudar el alma; es una escritora que informa en lugar de confesarse.»
Olga García, prologuista y traductora de ‘Una mujer viaja por el mundo’
Restaurante Automat,
Créditos de las imágenes.
Las ilustraciones son Karl Holtz y aparecieron en la revista mensual Uhu:
El próximo día 29 tendremos a la venta ‘Nos-Otras, Todas. Feminismo plural’, un ensayo que recoge, desde la experiencia personal y entre la realidad y ficción, el relato de vida de varias mujeres de diferentes edades, procedencias y momentos vitales.
La obra se publica dentro de la colección Textos Insólitos, y sus autoras son Adelina Calvo Salvador, Lucía Llano, Ana María Rio y Elena Setién.
Las sociedades actuales no pueden entenderse sin las transformaciones sociales que han logrado los movimientos feministas. Más allá de los cambios estructurales desde lo material, cultural, educativo o político este libro recoge, desde la experiencia personal y en un estilo que mezcla realidad y ficción, el relato de vida de varias mujeres de diferentes edades, procedencias y que se encuentran en distintos momentos vitales. Mujeres que afrontan sus éxitos y (sobre todo) sus fracasos y que, desde la interrogación y la sospecha como forma de vida, se preguntan por las relaciones y contextos que les influyen y con los que negocian sus subjetividades. Nos-Otras, Todas. Feminismo Plural es un libro que se ha construido desde el convencimiento de que todos los derechos son para todas las mujeres y de que los movimientos feministas son vanguardia ética y política allí donde emergen.
Autoras
Adelina Calvo Salvador
Adelina Calvo Salvador nació en Teruel en el seno de una familia minera y realizó sus estudios de doctorado en Oviedo. Es profesora titular en la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria. Además de las publicaciones propias de su especialidad, ha publicado los libros El salón de los rechazados en esta misma colección y Con lugar a dudas. Hilos y raíces del pensamiento crítico; ¡Jo, qué noches! El cine de los premios Fipresci y Fracasar. Cuestión de método, todos ellos de autoría colectiva.
Lucía Llano Martínez
Lucía Llano Martínez es doctora en Derecho por la Universidad de Cantabria con una tesis sobre el acceso de las mujeres a la justicia en contextos de países post conflicto, lo que la llevó a vivir en lugares como Bosnia o Camboya. Tras un tiempo dedicada a la Cooperación Internacional, en la actualidad es profesora de Formación Profesional. Es creadora del grupo Desayunos Feministas de Cantabria y del podcast Libroteca en el que cuenta historias sobre librerías y bibliotecas.
Ana María Rio Poncela
Ana María Rio Poncela cursó estudios de grado y postgrado en la Universidad de Cantabria, donde actualmente realiza su tesis doctoral. Su formación parte de los estudios de Magisterio para, posteriormente, ahondar en aspectos relacionados con la diversidad funcional y el feminismo a través de su participación en diferentes cursos y, especialmente, en espacios de resistencia y activismo social y cultural al margen de las instituciones. Es co-autora del libro Fracasar. Cuestión de método publicado en esta misma colección.
Elena Setién Ortiz
Elena Setién Ortiz estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y varios posgrados sobre desarrollo y género. Se ha especializado en Cooperación Internacional y lleva nueve años en la gestión de proyectos y en labores de comunicación para instituciones públicas y ONGD en países como Brasil, Ghana, India y Guatemala, en este último bajo un programa de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). Actualmente trabaja como técnica de proyectos en una ONGD de Cantabria.
‘La mujer abolida’ levanta acta del doloroso fracaso del anarco-feminismo en Occidente. Tal derrota tuvo consecuencias catastróficas, entre ellas el espantoso estado de sitio al que se ha visto sometida la sexualidad y la movilización de la mujer como mercancía, corpórea y simbólica, por parte de la apisonadora capitalista. El libro reúne numerosos textos automáticos, narraciones de sueños, poemas programáticos y poemas-collages, escritos en los últimos 15 años, que tratan de romper con esta dominación biopolítica, en concreto con las formas sociales en las que se desarrolla nuestro modo de amar y de experimentar las pasiones, proponiendo prácticas liberadoras y lugares de utopía desde donde erigir un imaginario emancipado. ‘La mujer abolida’ es una declaración apasionada de guerra social.
Vicente Gutiérrez Escudero.
El libro contiene un prólogo de la poeta Esther Ramón:
“Por eso es tan importante, y tan radicalmente político, este libro de Vicente Gutiérrez Escudero, porque está escrito asumiendo ese mismo riesgo. En un principio, su lectura puede causar incluso rechazo, aunque la dedicatoria inicial no deja lugar para la duda. No se trata de un libro de denuncia escrito por una mujer víctima, ni siquiera por una mujer empoderada y luchadora, ni por un hombre afín a la lucha feminista que enarbola blandamente la bandera y entona los cánticos adecuados sin mirarse la sombra en absoluto.
Vicente Gutiérrez Escudero crea en La mujer abolida un yo poético que, al mismo tiempo que denuncia (“despatriarcalizarla implica / desprenderla de su identidad escénica / dejar de percibirla ficcionalmente, / no convertirla en el grotesco soporte de un deseo mercantil”) ejerce en sus versos la misma violencia que dice denunciar, y desplaza un poco más acá el símbolo, hacia su corporalidad: “Con cada trozo de carne de mi amada / construyo rostros, jaulas, / nervaduras. // Con cada trozo vacío de su carne / construyo cisnes que se despedazan, / lobos que se ahuyentan (…)”. Con cada trozo de carne de mi amada (…) / coso miembros dispersos para formar esqueletos / amados torpemente, / mecanos articulados / simulando ser piernas que abrazan, / o temibles autómatas de rostros irreconocibles”.
Ese mismo yo poético, que asume en una primera persona masculina el mito de la creación: “la concebí”, que repasa la lista de las mujeres que han pasado por su vida, y por su cama, con burdas pinceladas que deshumanizan y evidencian la deshumanización, la concreción del mito, que reniega del constructo de la amada ideal, de la mujer etérea, de la Vírgen irreductible y ausente, para caer en el mito de la mujer salvaje y violenta, otro constructo, tan cercano por ejemplo al surrealismo. Pero que asimismo se yergue en un canto a lo precivilizatorio, a lo que antecede a estratos y estratos de dominación: “de entre todos los mitos desmoronados, / de entre todos los sucesivos estratos de lavado / a los que fue sometida / intuí, al menos, / las huellas / que ella dejó hace milenios en los bosques, / los ecos-gemidos que dejó en las cavernas, / la cicatrices / que, al masticarme, dejó sobre mi piel”. Que habla, en definitiva, con imágenes hipnóticas y un pulso poético lacerante y preciso, que suspende la respiración del lector en no pocas ocasiones, de la “cualidad política de amar”, para que “sea un acto de fuerza que nos destruya poco a poco, / pues es necesario ir destruyéndose / -no éticamente- / ir deshaciendo ya, las baratijas simbólicas que somos”.
Esther Ramón. Del Prólogo.
Vicente Gutiérrez Escudero nació en Santander en 1977. Algunos de sus poemarios publicados son Mimo muerto (2001), Un puro errar (2004), el libro de poemas-collages Bajo aguas tranquilas (2006) o En la última mano (2013). Con El Desvelo publicó poesía en la obra colectiva ‘Voces del viento sur’ y fue el editor literario y uno de los traductores de la poesía completa de Gherasim Luca, La zozobra de la lengua. Fundó la colección de poesía Humus y es coeditor de Drosera, comunicación onírica. Como ensayista ha publicado ‘La tiza envenedada’ (La Vorágine, 2016). Pertenece al Grupo Surrealista de Madrid.
Maria Botchkareva es una figura trágica: servidumbre rural, dos matrimonios de maltrato y alcohol, ingreso en un gulag (siguiendo a su marido), abusos y violaciones… hasta que se incorpora a filas con un permiso especial del Zar durante la I Guerra Mundial. Allí gana muchas medallas por su heroísmo y sobre todo por rescatar heridos del ‘no man’s land’. Es muy popular. La llaman Yashka. Al estallar la Revolución se entrevista con Kerenski y forma los batallones de la muerte. Con los bolcheviques se enfrenta abiertamente porque quieren firmar la paz. Ella es condenada y empieza un calvario. Acaba siendo espía de Kornilov, general en jefe de los blancos, y acaba en el exilio… momentáneamente.
Nosotros hemos publicado las memorias de ‘Yashka’, la ‘Juana de Arco rusa’, quien fue la primera mujer en incorporarse a filas durante la I Guerra Mundial, con un permiso especial del Zar y crear, con otro permiso de Kerenski, tras el derrocamiento de la monarquía, el primer batallón femenino de la muerte. Su vida es un documento de la vida social de Rusia a caballo entre dos siglos, de las penurias de la mujer en aquel contexto, una historia militar con anécdotas y detalles de figuras relevantes, y un caso excepcional de irrupción de la mujer en áreas, como el ejército, en donde su presencia estaba vedada.
El libro lo tendremos a la venta el 7 de noviembre.