“Un libro hermoso, tanto como pueda serlo una bomba repleta de cables de colores con la cuenta atrás activada“
Patricia Rodríguez
Francisco Taboada
Pinar, piscina, plenilunio, de Patricia Rodríguez (Valladolid, 1975) es un libro hermoso, tanto como pueda serlo una bomba repleta de cables de colores con la cuenta atrás activada. Su precisión analítica, su belleza formal, su poética corrosiva, no dan tregua en un ajuste de cuentas con y contra esa generación española de postguerra que en los años 80 intentó huir de la realidad agobiante de las ciudades hacia unas pretenciosas urbanizaciones rurales veraniegas que pondrían en evidencia todas sus imperfecciones. Burgueses que perseguían el sueño impostado de las películas americanas, con su parcela de tierra acotada, su piscina deslumbrante y la casa de diseño personal e intransferible; rodeados por una Naturaleza de la que se protegían con barreras artificiales que remarcaban sus deseos de propiedad, estatus, lejanía, sin sospechar que sus aspiraciones efímeras estaban destinadas a un abandono triste, patético. Nada de eso quedaría para el futuro porque ellos no llevaron nada, solo cosas, aire viciado y mentiras.
Dividida en tres partes, tiene a la Infancia como juez implacable de todas las acciones. Comienza con un grupo de niños prepúberes que viven con plenitud la libertad que otorga el verano, las bicicletas, la aventura permanente, el descubrimiento de las claves de la existencia. Narrada en primera persona del plural, alterna el Nosotros y el Nosotras para destacar el contraste entre su pureza, que están a punto de abandonar, y la turbiedad de los Adultos, que les ofrecen un panorama nada deseable y sin embargo inevitable porque se abalanza sobre ellos. Temen que acabarán convertidos en sus padres porque “hacerse mayor es eso, la pérdida progresiva de capacidades para existir adecuadamente”, y por eso se aferran a su ingenuidad como la última tabla de salvación. La adultez es lo oculto, lo real, lo irremediable, todo lo que esconde el Pinar donde habitan sus miedos. Se saben frágiles, pequeños, pero dotados para las interpretaciones maravillosas que están destinados a perder. Hay un constante reproche hacia sus padres, que los protegen físicamente pero no les están legando el soporte moral que necesitan para enfrentarse a la intemperie de la sociedad en la que viven. Cada verano que pasan allí no los fortalece, los debilita, deben vivir con intensidad y al regresar a la ciudad y a sus clases dejan allí el cadáver de ese año, una versión completa de sí mismos que ya no reconocerán cuando vuelvan.
En la segunda parte, Piscina, narrada en primera persona por una mujer adinerada que recibe a sus vecinos para conocerlos e inaugurar su casa, encontramos la raíz del mal del que se nos prevenía en la primera parte. Eso son, eso somos, los adultos, seres vulnerables que se esconden detrás de máscaras que los representan y a la vez los suplantan. Nada es natural, todo son convenciones, reflejos en el espejo distorsionado de cada persona, que confunde lo que refleja con lo que es. Fachadas, como las de sus casas, con diseños arquitectónicos llenos de errores de interpretación que convierten en un laberinto lo que debió ser diáfano pero no lo es porque su realización fue delegada. Ellos son la sociedad, no hay escapatoria, deben ser retratados como grotescos con el humor amargo de la narradora. Además, la peripecia en la que se desenvuelven, su encierro provisional, se la atribuyen a los niños con una desfachatez que raya en lo simbólico. La prosa se vuelve entonces alambicada, con una sintaxis claustrofóbica: “la mirada del adulto mide la bondad de sus sentimientos como algo imposible de preservar… es el desencanto de crecer y extinguir la vocación innata para el amor con la que empezamos a vivir”. La Infancia, de nuevo, como referente, el lugar que no debimos abandonar, el tambor de hojalata que aún resuena en nuestra memoria dañada.
La tercera parte, Plenilunio, como era de esperar, se dedica a las consecuencias. La que narra los hechos es ahora una mujer de mediana edad, una de las niñas de la primera parte, varias décadas después, en un ambiente que roza la distopía. Un enigmático Departamento de Activación Civil intenta controlar la decadencia de una urbanización donde sobreviven ella, un vecino huraño y algunos ocupas que se esconden para no ser detenidos. En la ciudad, que “ya no es algo reconocible”, solo hay protestas e intentos de sublevación; en la urbanización aislada faltan el agua, los suministros, la electricidad y sobre todo la compañía. El único punto de contacto con la realidad es un chatarrero itinerante que vende de todo a precios desorbitantes o haciendo trueque. El odio, el temor, la soledad del campo y la Naturaleza recuperando lo que es suyo: “Los ladrillos rojos se desmigan como si tuvieran prisa por volver a ser arcilla”. El sueño burgués convertido en pesadilla.
Pinar, piscina, plenilunio, de Patricia Rodríguez, es un libro suculento, intenso, repleto de sugerencias que ilustran y advierten. Cumple la función que en sus páginas reprocha a los adultos: “Es mejor no indagar sobre las creencias que adquirimos sin base alguna de conocimiento a menos que estemos dispuestos a abandonarlas”, pero no es nada halagüeño, y por eso retrata con precisión el mundo actual: “Imagino un futuro en el que ciertos hechos demostrados científicamente se confundirán con las supersticiones.” En suma, un libro destacable de primorosa factura.
Estas son las librerías física y online que tienen a la venta el libro de Francisco Taboada ‘Entre la multitud y el agua’:
FNAC, El Corte Inglés, Casa del Libro, Amazon, Llibreria 22 (Girona), Agapea Factory (Palma de Mallorca y Málaga), Puvill Libros (Barcelona), Eixo (Orense), Antonio Machado (Salesas y BBAA, Madrid), Cervantes y Compañía (Madrid), La Fabulosa (Madrid), La Vorágine (Santander), Gil (Santander), Katakrak (Pamplona), Lagun (San Sebastián), Taiga (Torrelavega), Babel (Granada), Lual Picasso (Almería), Picasso (Granada), Rayuela (Málaga), Dlibros (Torrelavega), Inusual (Granada), La Librería Ambulante (Sevilla), Sinopsis (Las Palmas de Gran Canaria), Sinopsis (Las Palmas de Gran Canaria), Letras Corsarias (Salamanca), Oletum (Valladolid), Margen (Valladolid) y Paz (Pontevedra).
1. Origen de Las hojas más duras, blancas y brillantes
Mientras yo me adiestraba en el alzamiento de peonza hasta el cuenco de la mano o jugaba con los chicos del barrio al escondite, lo veía salir al atardecer acompañado de su hermoso perro en dirección opuesta a la nuestra, hacia el parque, y me preguntaba cómo podía soportar su soledad aquel chico esmirriado, el número uno de la clase, exento de gimnasia porque era asmático grave, aunque tenía novia desde crío, una chica bajita y saltarina con quien se disputaba todos los años el récord de Matrículas de Honor del colegio, pero un verano desapareció repentinamente y de entrada pensé que su familia se había cambiado de casa. Siempre quise contar esta historia.
2. Origen de Entre la multitud y el agua
Como estaba tan enamorado de aquella chica, iba con frecuencia al cuarto de mi hermana para mirar la foto enmarcada de su grupo de amigas, donde destacaba ella, alta, perfecta, con su deslumbrante cabellera rubia rizada, vestida como las otras con un traje de vaquera en postura desafiante, y con el paso de los años a la menor oportunidad preguntaba qué era de su vida, por dónde andaba, porque lo había dejado todo y se había convertido en hippie, trotamundos, aventurera, así que cuando una década después mi hermana me dijo que ella había regresado, que parecía una vieja desilusionada, me limité a cabecear igual que un perro bobo en la trasera de un coche. Siempre quise contar esta historia.
3. Origen de Escaparate
Regresaba con mi prima cogida de ganchete después de una boda familiar cuando al torcer hacia la Gran Vía vimos en el escaparate de unos grandes almacenes a una mujer dando los últimos retoques a un maniquí con vestido de novia, y comenté que sería interesante que te contrataran para casarte allí, con público en el exterior, y que después tuvieras que hacer tu vida diaria a la vista de todos durante digamos un año entero, pero mi prima dijo que no haría eso ni aunque le pagaran su peso en oro, a lo que yo repliqué que lo decía porque estaba delgada pero que se imaginara gorda, ¿cómo de gorda?, cien kilos, vaya, eso es mucho oro, primo, da que pensar, pero solo funcionaría en un relato de los tuyos, deberías escribirlo. Siempre quise contar esta historia.
4, Origen de El Laboratorio.
Cuando estaba a punto de cerrar el pub, si tenía buena y mala suerte, llegaba aquel grupo de ejecutivos elegantes, con sus corbatas primorosas y sus zapatos italianos, preguntando con sorna si tenía Dom Pérignon o al menos Moët, chaval, que no tienes de nada, para a continuación pedir cinco whiskis del más caro, en vaso ancho, sin hielo, y mientras les servía comentaban las proezas sexuales de esa noche, eran puteros de lujo y presumían de tirarse a todo lo que se contoneaba a su alcance, pero una noche vinieron más cargados de la cuenta y cuando yo estaba en el almacén uno dijo algo de una chica y los demás le mandaron callar de inmediato, luego guardaron un silencio doloroso, dejaron la bebida a medias y sobre la barra el doble de la exorbitante propina acostumbrada. Siempre quise contar esta historia.
5. Origen de La casa sosegada.
Me gusta la poesía de mi amigo, es recia, profunda, elevada, merece los mejores calificativos, además él tiene un doctorado cum laude, unos conocimientos enciclopédicos, una cultura exquisita y ejerce como profesor de literatura española en la facultad de filología desde hace una década, de modo que a su mujer y al librero y a mí nos llamó la atención que solo nosotros cuatro estuviéramos en la presentación de su noveno libro, no acudieron ni sus alumnos, estaba consternado, así que nos fuimos a su casa y de puro rencor nos bebimos una botella grande de agua con gas, no le pusimos ni rodaja de limón, entonces él señaló con amargura a su jardín y dijo: Si mañana me encierro en una caseta de Leroy Merlin y escribo de nuevo el Cántico Espiritual, seguro que vendo cien mil ejemplares, y le dimos la razón, nos echamos a reír y descorchamos el champán. Siempre quise contar esta historia.
Relatos incluidos en el libro Entre la multitud y el agua, El Desvelo, 2022.
Estas son las librerías y puntos de venta online en donde podéis encontrar La enfermedad, de Klabund:
El Corte Inglés, FNAC, Casa del Libro, Amazon, Troa, Elkar, La Central, Laie, Santos Ochoa, Antígona (Zaragoza), Cálamo (Zaragoza), Escolar de Teruel (Teruel), Llibreria 22 (Girona), Agapea Factory (Palma de Mallorca, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria), Finestres (Barcelona), La irreductible (Lérida), La fatal (Lleida), La Llar del llibre Centre (Sabadell), Taifa Llibres (Barcelona), Berbiriana (La Coruña), Eixo (Orense), Follas Novas (Santiago de Compostela), Lenda (Bertamirans, La Coruña), Antonio Machado (Salesas y BBAA, Madrid), Cafebreria Ad Hoc (Madrid), Cervantes y Compañía (Madrid), El Aleph (Madrid), La Fábrica (Madrid), La Mistral (Madrid), Pasajes (Madrid), Pérgamo (Madrid), Tipos Infames (Madrid), Visor Libros (Madrid), Cerezo (Logroño), Cervantes (Oviedo), Vorágine (Santander), Lagun (San Sebastián), Polledo (Oviedo), Sancho Panza (Cabezón de la Sal), Taiga (Torrelavega), La Montaña Mágica (Cartagena), París Valencia 1 y 3 (Valencia), Popular Libros (Albacete), Primado (Valencia), Publics (Denia), Railowsky 2 (Moncada), Babel (Granada), Entre Libros (Linares), Picasso (Granada), Rayuela (Málaga), La Orotava (Tenerife), Agapea (Las Palmas de Gran Canaria), Ciento Volando (Madrid), Isla de papel (Sevilla), Saltes (Huelva), Sinopsis (Las Palmas de Gran Canaria), El árbol de las letras (Valladolid), Galatea Librería Inglesa (León), Letras Corsarias (Salamanca), Cervantes (Miranda de Ebro), Oletum (Valladolid), Pastor (León), Margen (Valladolid), Libroteca (Vigo), Biblos (Betanzos), Gallaecia (Santiago de Compostela), Kathedra (Ourense), Couceiro (Santiago de Compostela), Mendinho (Vigo), Paz (Pontevedra).
Distribución: UDL Libros, Mira Distribuciones, Alonso Libros, Arnoia, Azeta, Lidiza.
—¿Entonces usted únicamente ha venido aquí para morir? —dijo el joven alemán que, con las manos metidas en los bolsillos inferiores de su chaleco deportivo color pelo de camello, recorría enervado la habitación y a la par tosía a causa del humazo de los cigarrillos.
—¿Por qué si no? —repuso Sybil que estaba tendida en la cama fumando, delgada y rubia.
—¡Encantadol, ¡encantadol —murmuraba el pequeño japonés, asistente médico en el sanatorio Beau-Rivage ubicado montaña arriba, mientras sostenía al contraluz una escupidera azul que tenía grabada una extraña escala de medición.
—Diez centímetros cúbicos de esputos —dijo sonriendo, bajo el efecto de algún tipo de júbilo interno.
El japonés hablaba alemán y portugués con fluidez. En ocasiones se hacía pasar por portugués. Mantenía unas relaciones secretas con la doncella del cónsul de Portugal. Una suiza gruesa de Berna que tenía el aspecto de haber sido modelada con masilla. En lugar de un cencerro de vaca llevaba en torno a su rollizo cuello un medallón doble que cobijaba el retrato del pequeño japonés – vestido con su traje nacional de seda y repleto de pliegues.
—Antaño solamente amaba a mujeres morenas —dijo el joven alemán mientras, a través de la puerta del balcón, observaba la nieve que la ventisca había traído.
—Mujeres de pelo negro y ojos negros. Eso era cuando tenía diecinueve o veinte años e iba a tientas en la oscuridad. Mas de pronto se hizo la luz. Amé a una mujer de cabellos castaños y ojos de cierva. Después a una pelirroja de ojos casi celestes que parecían de color violeta cuando se iluminaban. Mis amigos se burlaban de mí y decían que además de cabellos rojos tenía también los ojos rojos, y que por tanto yo amaba a un conejo. – Finalmente sobrevino la claridad a mi alrededor. Salió el sol. Un rubio frenético procedente de un firmamento de mirada celeste. Contemplé el mediodía de mi vida. Cielo azul, sol favorable. ¿Por qué no quiere usted creer, Sybil, que es usted la luz de mi día?
—¡Oh! —Sybil hizo un gesto de rechazo. Tiró la ceniza del cigarrillo sobre la alfombrilla de cama.
El pequeño japonés colocó el frasco azul en la mesilla mientras bailoteaba en aquel rincón sombrío del cuarto. Se le oía reír: como una extraña ave acuática.
Se entretenía hablando a un papagayo disecado en su particular lengua susurrante.
El oficial búlgaro, que pálido y encogido estaba sentado sobre una banqueta mirando fijamente el suelo, carraspeó. Había participado en las dos Guerras Balcánicas, en la batalla de Lüleburgaz, en el sitio de Adrianópolis, en la batalla de Çatalca. Pero nadie podía evocar la guerra en su presencia, o de inmediato le brotaba espuma por la boca.
Cuando el profesor Ronken, el de la barba blanca y la cabeza de petirrojo, le examinó por vez primera, y le auscultó con su elegante fonendoscopio flexible, se desmalló al instante. En ese momento había entrado en la habitación el doctor Froidevaux, recién salido del quirófano, con la bata blanca algo salpicada de sangre.
—Sybil —dijo el búlgaro—, sería grave que usted muriese. Sylvester Glonner tiene razón. Usted es nuestro sol rubio. Estar sentado junto a usted, en este cuarto lleno de humo, reconforta más que estar tumbado amodorrado a pleno mediodía en la galería de reposo. El sol de Davos provoca somnolencia. Usted espabila.
Y volvió a su banqueta.
El joven alemán se apoyó lentamente contra un armario lacado en blanco. Estaba rememorando unos versos de Hölderlin: ¿Pero dónde estás? Mi alma enajenada sueña confusa con todos tus encantos.
—¿Pero dónde estás? —decía en voz alta.
El japonés reía.
Sylvester sentía como si la mirada fugaz de Sybil le hubiese rozado. Igual que si se tratase de una brisa cálida.
El búlgaro miró el reloj:
—Tengo que marcharme a la cura de reposo. Van a ser las seis.
Sin despedirse se fue trastabillando con su pequeña muleta en dirección a la puerta.
El pequeño japonés se deslizó jovial detrás de él.
—Nos hemos quedado solos —dijo Sylvester.
—Como siempre…
Ella exhalaba el humo del cigarrillo hacia el techo y este hacía un sinfín de volutas.
Ya está a la venta la edición digital (epub) de ‘Morir por cesar el llanto’, la novela corta de la cántabra Gloria Ruiz, que vio la luz en papel hace ya unos meses.
El epub sale al mercado al precio de 2,99 euros y ha sido confeccionado por Bookwire, plataforma de distribución que se encarga también de su distribución mundial, sobre todo en países de habla en lengua castellana.
El epub se puede conseguir en las tiendas más importantes y en las plataformas de lectura más habituales. Ahora mismo, 16 de septiembre, podéis descargarlo en 24symbols, Amazon, Apple Books, Nextory, Bajalibros, Baker & Taylor, Barnes & Noble, Bibliotheca, Bol.de, Bolinda, Bookmate, Buecher.de, Casa del Libro, Ceebo, caludio.de, DiViBib, Ebiblio, ebook.de, EBSCO, El Corte Inglés, FNAC ES, FNAC FR, FNAC PT, Gardners, Google, hoebu.de, hoopla, Hugendubel, Indigo, Instituto Cervantes, Izneo, Kobo, Lehmanns Buchhandlung, Libreka!, Libreria de la U, Librería Nacional, Librería Porrúa, Librerías Gandhi, Librerías Gonvill, LitRes, Livraria Cultura, mojoreads, Odilo, Orell Füssli, Osiander, Overdrive library, Perú Ebooks, Podimo Kids, Read Joy, Readfy, Scribd, Siglo del Hombre, Skoobe, Storytel, Tagusbooks, Thalia, Tigerbooks, Walmart, Weltbild, Wook, Xebook.
Aquí tenéis algunos ejemplos de compra:
The digital edition (epub) of ‘Morir por cesar el llanto’ is now on sale, the short novel by the Cantabrian Gloria Ruiz, which was released on paper a few months ago.
The epub goes on the market at the price of 2.99 euros and has been made by Bookwire, a distribution platform that is also responsible for its worldwide distribution, especially in Spanish-speaking countries.
The epub can be obtained in the most important stores and on the most common reading platforms. Right now, September 16, you can download it at 24symbols, Amazon, Apple Books, Nextory, Bajalibros, Baker & Taylor, Barnes & Noble, Bibliotheca, Bol.de, Bolinda, Bookmate, Buecher.de, Casa del Libro, Ceebo, caludio .de, DiViBib, Ebiblio, ebook.de, EBSCO, El Corte Inglés, FNAC ES, FNAC FR, FNAC PT, Gardners, Google, hoebu.de, hoopla, Hugendubel, Indigo, Instituto Cervantes, Izneo, Kobo, Lehmanns Buchhandlung, Libreka!, Libreria de la U, Librería Nacional, Librería Porrúa, Librerías Gandhi, Librerías Gonvill, LitRes, Livraria Cultura, mojoreads, Odilo, Orell Füssli, Osiander, Overdrive library, Peru Ebooks, Podimo Kids, Read Joy, Readfy, Scribd, Century of Man, Skoobe, Storytel, Tagusbooks, Thalia, Tigerbooks, Walmart, Weltbild, Wook, Xebook.
No os perdáis esta conmovedora historia de mujeres, posguerra y mundo rural, un mundo muy personal que vuelve de la mano de Gloria Ruiz y su narrativa cargada de emociones y sentimientos.
Do not miss this moving story of women, post-war and rural world, a very personal world that returns from the hand of Gloria Ruiz and her narrative full of emotions and feelings.
Desde el año 2011 venimos editando por encargo del Ayuntamiento de Santander los Premios Hierro de Poesía y Relato Breve que anualmente se conceden a personas con algún tipo de vinculación con el municipio y que tengan menos de 30 años.
Para nosotros este es un encargo que realizamos encantados, dado que apenas hay oportunidades editoriales para los jóvenes valores que quieren ver publicada su obra. La relación de premiados es numerosa. Entre premios y accésits, el número de poetas y narradores publicados por nosotros ronda las cuatro decenas. Por lo general, cada obra incluye dos textos premiados y dos accésits.
Las ilustraciones de la cubierta han sido realizadas hasta 2014 por la artista Sara Huete y a partir de entonces por Javier Fernández Rubio, responsable también de la edición de las obras. La única excepción en este último período la puso Fría Aguilar, quien ilustró la cubierta de la edición de 2018.
Como todos nuestros libros, estos premios pueden conseguirse en librerías físicas y online, incluida nuestra página web.
Ahora que comienza la nueva temporada es para nosotros un placer anunciaros algunas de nuestras próximas novedades. Después de publicar un par de nuevas ediciones de obras ya publicadas (‘Orgullo travestido‘, de Juan Carlos Usó, y ‘Canciones para Pau Donés‘, de Kepa Murua) nos adentramos propiamente en lo que son novedades que comenzarán con un libro de aforismos, ‘Microorganismos‘, de Ángel Mallén.
Tras los microensayos de Mallén llegará el turno a una novela breve de un autor muy llamativo que nos preciamos haber introducido en el país: Alfred Henschke ‘Klabund’, del que ya publicamos en su momento ‘Historia de la literatura alemana contada en una hora’. Klabund vuelve a la palestra ahora con una nouvelle, ‘La enfermedad‘, seguida de algunos textos fragmentarios escritos durante su estancia en un sanatorio de Davos (Suiza). Al igual que en la anterior ocasión, la obra ha sido traducida por Olga García, que es también quien se ha encargado del estudio introductorio de esta figura fascinante de la literatura germana.
‘Entre la multitud y el agua’, de Francisco Taboada‘Ignacio Sánchez Mejías. Muerte el hombre, nace el mito’, de Susana Teruel‘Norman Cameron. Antología Poética’‘Microorganismos’, de Ángela Mallén‘La enfermedad’, de Klabund
‘Ignacio Sánchez Mejías. Muere el hombre, nace el mito’ es un libro personalísimo, destinado para los amantes del toreo y también de la cultura en general y de la Generación del 27 en particular. El libro se estructura en dos partes: un estudio introductorio, a cargo de Susana Teruel Martínez, estudiosa de la figura de Sánchez Mejías, a quien dedicó una tesis doctoral; y una antología poética que aglutina los poemas más destacados que la vida, obra y muerte de Sánchez Mejías ha inspirado en lengua castellana. Esta parte ha sido compilada por Salvador Arias Nieto.
Juanto a Klabund, la narrativa viene de la mano también de Francisco Taboada. Cinco relatos largos componen ‘Entre la multitud y el agua‘, que presenta la soledad como una enorme paradoja, el grial luminoso y oscuro que buscamos con la esperanza de no encontrarlo jamás. Si es imposible estar solo en la sociedad actual, la conquista de la soledad es necesaria para la creación de la persona individualizada del grupo, no devorada y anulada por el conjunto.
Provisionalmente, cerramos este capítulo de novedades con la publicación de una antología poética de un autor británico ya desaparecido. En esta ocasión es Norman Cameron quien se se asoma a la colección de poesía del siglo XX compuesta por escritores europeos ya desaparecidos como Robert Nye o Gherasim Luca. La obra ha sido traducida, prologada y seleccionada por Imanol Gómez Martín, quien ya se responsabilizara de las ediciones de poesía de Martin Seymour-Smith y Robert Nye.
Microorganismos
Después de publicar en nuestra editorial el conjunto de relatos ‘Entretanto, en algún lugar’, la sevillana-vitoriana Ángela Mallén vuelve a la palestra editorial con un libro de aforismos, de sorprendentes reflexiones y también, a modo de microrrelatos, de pequeñas historias salidas de la imaginación de una de las autoras más originales y delicadas del momento. El libro saldrá a escena a mediados de la primera quincena de septiembre.
La enfermedad
Alfred Henschke ‘Klabund’ escribió 70 libros en su corta vida. Enfermo de tuberculosis desfiló con el correr de los años para varios sanatorios suizos, entre ellos el de Davos, sirviendo de modelo para ‘La montaña mágica’ de Thomas Mann. Sin embargo, Klabund es mucho más que un referente de otros: tiene una personalidad literaria fortísima como puede comprobarse en esta novela corta y otros escritos seleccionados por la traductora Olga García. De Klabund ya publicamos hace años ‘Historia de la literatura alemana contada en una hora’.
Ignacio Sánchez Mejías
Subtitulada ‘Muere el hombre, nace el mito’, Susana Teruel Martínez escribe un ensayo sobre la prismática personalidad del torero-escritor. El libro viene secundado por la antología poética más completa que se haya publicado hasta el momento sobre la figura de este intelectual de la Generación del 27 desaparecido trágicamente. El libro también es un estudio de la dramaturgia y la actividad en prensa del que fuera cuñado de ‘Joselito el Gallo’, otro mito del toreo que como él encontró la muerte en el ruedo.
Entre la multitud y el agua
Paco Taboada, de quien ya publicamos los relatos contenidos en ‘Gerónimo de los paracaidistas’, vuelve a ofrecer su narrativa de medio recorrido con media decena de relatos construidos sobre la base de personajes que se asoman a la vida y se despeñan por ella, aglutinados todos ellos desde la óptica de la soledad, como mecanismo para la defensa del individuo ante la agresión de un mundo embrutecido.
Norman Cameron
Inédita en español y en edición bilingüe, esta antología pretende contribuir a dar a conocer a uno de los más singulares intelectuales y poetas británicos. De ascendencia escocesa y educado en Oxford, Cameron perteneció al círculo literario y personal del Robert Graves y Laura Riding. Políglota y gran conocedor del latín y griego clásicos, fue traductor de Rimbaud, Villon, Baudelaire, Heinrich Heine o Nerval, entre otros poetas, aunque también tradujo la narrativa de Henri Murger y Voltaire. Entre sus grandes amigos cabe destacar su relación con Dylan Thomas, de quien era prácticamente su mentor.