Esta semana sale en preventa la segunda edición de ‘Orgullo travestido’ que tiene un prólogo de Francisco Fandos, del que os dejamos un extracto:
La lucha llevada a cabo por algunos hombres y mujeres, a lo largo del último tercio del siglo XX, en beneficio de la igualdad de derechos de las personas LGTBI cuenta entre sus diversos logros con la aparición de nuevos marcos de convivencia personal, familiar y social. En el caso español, en comparación con otros periodos de su historia, se evidencia como lentamente se ha ido asentando entre amplios sectores de la población un mayor grado de aceptación y tolerancia en su relación con estos colectivos. A su vez, y gracias a la publicación de diversos estudios, ensayos y novelas, podemos indagar en la naturaleza de la homofobia entendiéndola como una herramienta de poder, útil a todo régimen social, político, religioso y afectivo que abogue por la negación, discriminación y, en último término, aniquilación del supuestamente «distinto». De ahí la importancia de interpretar la defensa de la igualdad de derechos de las personas LGTBI como garantía del mantenimiento de las libertades individuales de la ciudadanía. En paralelo, empiezan a deslumbrarse los restos de historias anteriormente negadas o simplemente obviadas por el relato mayoritario que durante mucho tiempo consideró, en el mejor de los casos, innecesario toda exposición pública de aquellas relaciones afectivas y sexuales que distaban de la norma establecida. En diferentes ámbitos y durante mucho tiempo, salvar el «buen nombre» de ciertos personajes negando u obviando su realidad afectiva, no normativa, constituía una cuestión de principios. El resultado ha supuesto la carencia de unos referentes útiles para otras generaciones de adolescentes LGTBI que habrían podido crecer sin creerse falsamente únicos e íntimamente aislados.
En ese ejercicio de rescate del olvido cabe enmarcar Orgullo Travestido. Egmont De Bries y la repercusión social del transformismo en la España del Primer Tercio del siglo XX. Al adentrarse en la figura de Asensio Marsal, popularmente conocido con el nombre artístico de Egmont de Bries, Juan Carlos Usó describe la importancia de los espectáculos de variedades en la naciente cultura de masas en España. De Bries, famoso por sus caracterizaciones como transformista, desarrolló su carrera teatral en un contexto social marcado por la pobreza y una arraigada homofobia. Fruto de esta situación, e independientemente de la orientación sexual del artista, la figura del transformista aparece ligada al «afeminado», cuyo papel de «chivo expiatorio» permitía, mediante el uso de la chanza y el escarnio, afirmar entre el público mayoritario el binomio heterosexualidad y normalidad frente a homosexualidad y anormalidad.
Prólogo al libro ‘Orgullo travestido’, de Juan Fco. Fandos
(Coordinador de didáctica i activitats de l´Espai d´Art Contemporani de Castelló)