La mosca de Virgilio (y otros cuentos de mascotas).
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‘La mosca de Virgilio (y otros cuentos de mascotas)’
Se cuenta que Baudelaire tuvo por mascota una tarántula; Marcel Schwob, un lirón; Dalí, un oso hormiguero; y Gérard de Nerval, una langosta, a la que llamó Thibault y sacaba a pasear atada de una cinta azul por los jardines del Palais Royal. La lista se haría infinita si añadimos a ella: el cerdo vietnamita de George Clooney, el guepardo de Josephine Baker, el cervatillo de Frida Kahlo, la tortuga de Leonardo DiCaprio, el canguro de Elvis Presley, el león de Melanie Griffith o el chimpancé de Michael Jackson.
Del prólogo de La mosca de Virgilio. Seve Calleja.
Seve Calleja (antólogo y autor) y Álex Oviedo (autor).
FNAC, Casa del Libro, Amazon, Troa, Elkar, Laie, Santos Ochoa, Llibreria 22 (Girona), Agapea Factory (Palma Mallorca, Málaga), Documenta (Barcelona), La Llar del llibre Centre (Sabadell), Nollegiu (Barcelona), Nollegiu Clot (Barcelona), Antonio Machado (BBAA y Fdo. VI), Diógenes (Alcalá de Henares), Dos pájaros (Ciudad Real), El Aleph (Madrid), El Buscón (Madrid), Le Librería (Madrid), Marcial Pons (Madrid), Oriental (Madrid), Anti Liburudenda (Viczaya), Bai Bada (Amurrio), Binario (Bilbao), Cámara (Bilbao), Campus (Bilbao, Baracaldo y Las Arenas), Cervantes (Oviedo), Donosti (San Sebastián), La Vorágine (Santander), Mara Mara (Vitoria), Paradiso (Gijón), Universitaria (Bilbao), Santos Ochoa (Torrevieja), La Mistral (Madrid), Agrícola de Jerez (Jerez), El Buscón (Cáceres), Lual Picasso (Almería), Picasso (Obispo Hurtado, Granada), Ciento Volando (Madrid), Isla de Papel (Sevilla), Saltes (Huelva), Berbiriana (A Coruña), Follas Novas (Santiago), Paz (Pontevedra), Galatea (León), Letras Corsarias (Salamanca), Octubre (Zamora), Oletum (Valladolid), Pastor (León), Santiago Rodríguez (Burgos), Semuret (Zamora), Víctor Jara (Salamanca), Margen (Valladolid), Santos Ochoa (Salamanca).
El próximo lunes tendremos a la venta ‘La mosca de Virgilio (y otros cuentos de mascotas)’, una antología que ha hecho para nosotros Seve Calleja y que es nuestro particular homenaje a estos compañeros de viaje domésticos. El libro ya se encuentra en preventa, a la disposición de los libreros, por lo que ya se puede reservar. También está disponible en nuestra web.
La mosca de Virgilio (y otros cuentos de mascotas).
Desde el origen de los tiempo, los seres humanos hemos tenido muy cerca a los animales, ya sea como sustento, auxilio en el trabajo o el combate y compañía y la literatura, que es reflejo de la vida humana, no pude sustraerse a esa circunstancia, por eso los animales están siempre presentes también en la literatura, donde viven y mueren junto a otros personajes, sufren con junto a sus dueños y los acompañan comportando a su lado los más hondos sentimientos humanos.
Desde Argos, el perro de Ulises, hasta el loro de Long Jonh; desde el protagonista de la leyenda inglesa que Dickens recrea en su relato sobre el prodigioso gato de Whittington hasta el cocker spaniel de Elizabeth Barrett Browning, al que la poeta victoriana le escribió sentidos poemas y Virginia Woolf le dedicó una biografía, hasta los 30 gatos de Hemingway o el que Julio Cortázar rescató de un basurero y cuidó con tanto cariño, en todo tiempo y lugar, el animal domesticado se pasea por la sala de estar de los humanos como una más de la familia. Es el animal mascota, el compañero que, lejos de proporcionar alimento o fuerza bruta, aporta bienestar y compañía, dada su adaptabilidad a los usos y costumbres del hogar. Perros y gatos, sobre todo los perros, son desde siempre los más fieles y sumisos. A ellos se van sumando los más variados y exóticos compañeros. Y su presencia en la vida real trasciende al arte y a la literatura, donde tantas veces adquiere gran protagonismo y alto valor simbólico.
Autores:
Seve Calleja
Seve Calleja (Zamora,1953), es profesor de lengua y literatura. Sus inicios literarios fueron en la poesía y el cuento, con los que comenzó a formar parte del colectivo poético Zurgai y obtuvo el “Ignacio Aldecoa” de cuentos en 1981. Con algunas de sus obras ha obteniendo reconocimientos como el accésit del “Pío Baroja” de novela o el “Gabriel Aresti” de cuentos. Galardones como el “Lizardi” de literatura infantil en euskara en 1985 y el “Leer es vivir” en castellano en 1997 evidencian su especial interés por la literatura para jóvenes.
Onelio Jorge Cardoso
Onelio Jorge Cardoso fue un autor cubano. Conocido como “El cuentero mayor”, se le considera el Cuentista Nacional Cubano. La mayoría de sus obras han sido adaptadas para el cine, el teatro, la televisión e incluso la radio
Anton Chejov
Antón Pávlovich Chéjov fue un cuentista, dramaturgo y médico ruso. Encuadrable en la corriente más psicológica del realismo y el naturalismo, fue un maestro del relato corto, y es considerado uno de los más importantes autores del género en la historia de la literatura.1
Antonio de Trueba y de la Quintana
Antonio de Trueba y de la Quintana (Galdames, 24 de diciembre de 1819-Bilbao, 10 de marzo de 1889) fue un escritor español, conocido también como «Antón el de los Cantares».
Grazia Deledda
Grazia Deledda fue una escritora italiana. En 1926 fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura.
Charles Dickens
Charles John Huffam Dickens fue un escritor británico. Creó algunos de los personajes de ficción más conocidos en el mundo y muchos lo consideran el mejor novelista de la época victoriana.
Ángela Ionescu
Escritora rumana, nacida en Bucarest en 1937 de padre rumano y madre española, actualmente afincada en España. Licenciada en Lenguas Románicas, se ha especializado en el mundo de la comunicación y de la literatura infantil. Entre sus obras destacan “De un país lejano” y “El país de las cosas perdidas”.
Rudyard Kipling
Joseph Rudyard Kipling fue un escritor y poeta británico. Es el autor de relatos, cuentos infantiles, novelas y poesía.
Tomás Meabe
Tomás Meabe Bilbao fue un escritor y político socialista español, fundador de las Juventudes Socialistas de España, organización juvenil del PSOE.
Álex Oviedo
(Bilbao, 1968). Periodista y escritor, responsable de prensa del Colegio Notarial del País Vasco. Colabora con el periódico municipal Bilbao dentro del suplemento cultural “Pérgola”. Su primera obra, ‘Hektorren agenda’, se publicó en euskera y fue finalista del premio Ciudad de Barbastro. Ha publicado las novelas ‘El unicornio azul’ (2005), ‘Las hermanas Alba’ (2009), ‘La agenda de Héctor’ (2014), ‘Cuerpos de mujer bajo la lluvia ‘(2016) y el libro de relatos ‘El sueño de los hipopótamos’ (2011). Con El Desvelo Ediciones publicó la novela ‘El hacedor de titulares’.
Enrique Pérez Díaz
Enrique Pérez Díaz es un narrador, periodista, editor, poeta, crítico e investigador cubano.
Horacio Quiroga
Horacio Silvestre Quiroga Forteza, fue un cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo. Fue uno de los maestros del cuento latinoamericano, de prosa vívida, naturalista y modernista. Sus relatos a menudo retratan a la naturaleza bajo rasgos temibles y horrorosos, como enemiga de las circunstancias del ser humano.
Félix Samaniego
Félix María de Samaniego Zabala (Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745-Laguardia, 11 de agosto de 1801) fue un escritor español famoso por sus fábulas, de tono aleccionador mediante moralejas.
Condesa de Ségur
Sofía Fiódorovna Rostopchiná la Condesa de Ségur fue una escritora francesa de origen ruso. Es conocida principalmente por su obra Les Malheurs de Sophie.
León Tolstói
Lev Nikoláievich Tolstói fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial,
Mark Twain
Samuel Langhorne Clemens, más conocido por su seudónimo Mark Twain, fue un escritor, orador y humorista estadounidense.
Virginia Woolf
Adeline Virginia Stephen (Londres, 25 de enero de 1882-Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941), más conocida como Virginia Woolf, fue una escritora británica, autora de novelas, cuentos, obras teatrales y demás obras literarias; considerada una de las más destacadas figuras del vanguardista modernismo anglosajón del siglo XX y del feminismo internacional.
Émile Zola
Émile Édouard Charles Antoine Zola, más conocido como Émile Zola (París, Francia, 2 de abril de 1840-ibídem, 29 de septiembre de 1902), fue un escritor francés, considerado el padre y el mayor representante del naturalismo. Tuvo un papel muy relevante en la revisión del proceso de Alfred Dreyfus, que le costó el exilio de su país.
“En Francia, el siglo XIX fue un periodo de grandes turbulencias y de inestabilidad política. En 1799 el golpe de estado del 18 Brumario por parte de Napoleón Bonaparte acaba con la revolución de 1789 y a lo largo del siglo se producen profundos cambios con un fondo de crisis y rupturas que originan cada vez nuevos regímenes políticos: dos imperios (1803-1814 ; 1852-1870), tres monarquías (1815-1824; 1825-1830; 1830-1848) dos repúblicas (1848-1852, 1870) y tres revoluciones (1830, 1848, 1871). Simultáneamente los descubrimientos científicos y técnicos transforman también la sociedad francesa. Al debilitarse la influencia de la nobleza y el clero, la burguesía liberal y reformadora se afirma como la clase social dominante, estimulando el auge industrial y asociando el poder al dinero. Surge una nueva clase, la del proletariado, menos conservadora que la de los campesinos. La condición femenina sin embargo, sufre un retroceso en relación con el siglo anterior. A pesar de que muchas mujeres participaron en la revolución de 1789, en la de 1848 y luego en la defensa de París y en la Comuna en 1870-71, su lucha no les reportó grandes beneficios. Los hombres que detentaron el poder a lo largo del siglo, ya fueran revolucionarios o conservadores, estaban de acuerdo en un punto: el lugar de la mujer es la casa, no la ciudad y aún menos la tribuna de una asamblea; y, si al final del siglo, las mujeres obtienen finalmente algunas victorias (acceso a la enseñanza secundaria y la universidad, divorcio, posibilidad de nuevas profesiones) tendrán sin embargo que esperar hasta 1944 para iniciar con el sufragio universal el duro camino hacia la igualdad.
Todos estos cambios políticos y sociales se acompañan de una efervescencia de ideas y de movimientos literarios (novela, poesía) y artísticos (pintura, escultura, música) que evolucionan íntimamente asociados.
Gautier
Villiers de l’Isle Adam
Maupassant
Balzac
Zola
En 1830 Victor Hugo presenta su obra de teatro Hernani que representa el espíritu del romanticismo, movimiento tanto artístico como político que define a la mayoría de las obras y los autores de la época, tales como Balzac, Stendhal, Hugo o Lamartine en literatura, Derlacroix y Géricault en pintura, Berlioz en música. El romanticismo rompe con las formas rígidas del clasicismo, da rienda suelta a la expresión individual y a los sentimientos, y quiere dar voz al pueblo que hasta entonces había carecido de ella. Posteriormente, la generosidad y el ideal dan paso a un cierto realismo en el estilo y los asuntos tratados. El realismo, que tiene su origen en la pintura, especialmente en Courbet, desea en literatura describir la realidad sin idealizarla, lo que comporta la adquisición de nuevos temas que ponen de manifiesto los cambios que se han producido en la sociedad, tales como el ascenso y la caída social (Stendhal en El rojo y el negro) o el poder del dinero (Balzac, El padre Goriot) . La descripción detallada, tanto en los retratos de los personajes como en la descripción de los lugares y los interiores procura un efecto de veracidad. Balzac, que en 1845 decidió reunir toda su obra (noventa y un volúmenes entre novelas y cuentos) bajo el título de La comedia humana , que él mismo define como “la pintura de toda la sociedad”, es considerado el precursor de este movimiento y Flaubert el principal representante, aunque él rechazaba cualquier clasificación, con la publicación de Madame Bovary y La educación sentimental. Este realismo se afirma aún mas en los escritos de Maupassant, de los hermanos Goncourt y más tarde de Emile Zola, jefe de fila del naturalismo, visión literaria que quiere representar la realidad partiendo de la observación y de la investigación científica. Zola, inspirándose en La comedia humana, reúne veinte de sus novelas bajo el título de Los Rougeons Macquart, Historia natural y social de una familia bajo el segundo imperio y pretende también describir la transformación de la sociedad de manera exhaustiva, sin olvidar ninguno de los adelantos de la época: urbanismo parisino, grandes almacenes, desarrollo del ferrocarril, aparición del sindicalismo moderno etc.
Tanto en el realismo como en el naturalismo, los temas y los problemas son inseparables de la sociedad que los produce y que en principio debería estar preparada para recibirlos. Sin embargo eso no se lleva a cabo sin fricción. El artista realista, que describe sin concesión la vida moderna, ofende a parte de esa sociedad y la estética realista es objeto de polémica a lo largo del siglo. La publicación de Madame Bovary en 1856 escandalizó a la burguesía francesa, pero el proceso judicial al que fue sometido el libro, contribuyó a su éxito. Hoy Madame Bovary es considerada la primera novela moderna.
Al mismo tiempo prolifera la novela corta y el cuento, de los que Guy de Maupassant es el mayor exponente y que en mayor o menor medida también han frecuentado los demás escritores. Los cuentos tratan los mismos temas y utilizan las formas de escritura de la novela, suelen publicarse primero en revistas o periódicos donde también se imprimen por entregas la mayoría de las novelas. Entre los distintos asuntos, hay que destacar, tanto en las novelas como en los cuentos del siglo XIX, el vivo interés por la mujer y por sus circunstancias.
Escritores como Stendhal, Balzac, Zola, Flaubert, Hugo, Maupassant Barbey d’Aurevilly, Théophile Gautier, Lamartine, Mérimée, Musset, Vigny, Villiers de l’Isle-Adam, o Baudelaire, nos transmiten una imagen de la mujer a través de personajes procedentes de todas las clases sociales, espejos de una sociedad en plena mutación que reflejan el lugar y el papel que representaban en ella las mujeres.
En esta pequeña selección de relatos vemos desfilar algunos de los tipos o estereotipos conocidos: burguesas, grandes damas, mujeres virtuosas pero también mujeres adúlteras, campesinas, obreras, mujeres artistas, cortesanas, prostitutas. En todos los casos son estampas de mujer vistas por hombres pero hombres que son al mismo tiempo grandes escritores de la literatura francesa: Honoré de Balzac (1799-1850), Auguste Villiers de l’Isle-Adam (1838-1889), Guy de Maupassant (1850- 1903), Théophile Gautier (1811-1872) y Émile Zola (1840-1902), lo que convierte los estereotipos en personajes femeninos diversos y singulares. A través de estos relatos, que en si mismos tienen un incuestionable valor literario, podemos vislumbrar un tema vasto y complejo como es el de la situación de la mujer y de las diversas formas que adopta en el pensamiento y la cultura francesa del siglo XIX.”
Del prólogo de Marta Cerezales Laforet, encargada de la selección y traducción
1.- LA SEÑORA: Honoré de BALZAC: Estudio de mujer. Honoré de BALZAC: El mensaje. Guy de MAUPASSANT: El bigote. 2.- LA CAMPESINA: Guy de MAUPASSANT: Historia de una criada de granja. 3.- LA OBRERA: Émile ZOLA: El amor en la buhardilla. Émile ZOLA: Con qué sueñan las pobres chicas. 4.- LA MANCILLADA: Guy de MAUPASSANT: Señora Bautista. 5.- LA PROSTITUTA: Auguste VILLIERS DE L’ISLE-ADAM : Flores de tinieblas. Auguste VILLIERS DE L’ISLE-ADAM : Las señoritas de Bienfilatre. Guy de MAUPASSANT: Odisea de una chica de la calle. 6.- LA ARTISTA: Émile ZOLA: La señora Sourdis. 7.- LA MUERTA ENAMORADA: Auguste VILLIERS DE L’ISLE-ADAM : Vera. Théophile GAUTIER: Ónfale. #estampasdemujer
Charles Asselinau tuvo tres infiernos: dos los escribió y uno lo vivió. Los escritos son dos ‘nouvelle’ en donde en un estilo tardorromántico aborda dos fantasmagorías: las de un músico y la de un bibliófilo. El tercer infierno lo vivió en carne propia: siendo un escritor aplicado y un gran conocedor de la literatura, vivió rodeado de genios, entre ellos Charles Baudelaire, su gran amigo por no decir único que tuvo el gran astro del modernismo francés. Y así, cualquier destaca.
‘El infierno del bibliófilo’ narra el encuentro delirante entre el demonio y un amante de los libros cuya obsesión le conduce a la ruina. ‘El infierno del músico’ narra, en una atmósfera enfermiza admirablemente descrita, la desesperación del músico que no deja de oír su partitura y que solo encuentra la paz en los brazos de su primera oyente.
François Alexandre Charles Asselineau, o Charles Asselineau, nació en París en 1820. Estudió letras en el Collège Bourbon1, donde tuvo como compañeros al fotógrafo Nadar y al diplomático y escritor André de Broglie. Empezó a estudiar medicina, siguiendo los pasos de su padre. Pronto, gracias a una modesta fortuna, abandonó los estudios para dedicarse a la investigación bibliográfica en la entonces Biblioteca Imperial-Nacional, donde conoció a Charles Monselet. Posteriormente, trabó amistad entre otros con Champfleury, Théodore de Banville, Théophile Gautier, Gérard de Nerval y Charles Baudelaire.
Asselineu es conocido en España por la biografía que escribió de este último. Dedicó su vida a los libros y a sus amigos, una corte de creadores excelsos de la que él, epígono del Romanticismo francés, quedó exento. Fue, a su manera, un escritor maldito entre malditos (geniales) y su obra literaria, inédita desde hace décadas en España, tenía una deuda pendiente con el lector, que ahora tiene la oportunidad de leerla en castellano.
“El mismo ardor y el mismo trasfondo de insurrección solitaria se encuentran en estas nouvelles de Asselineau, cuando el protagonista debe alejarse de los salones del París burgués para encontrar en el amor la redención del pecado de desear el triunfo; en el cliché del usurero humillado por la generosidad del artista puro; en el menosprecio de los diletantes que viven por poderes una pasión tibia; en la importancia irracional otorgada a los sueños y las alucinaciones; en el narcisismo que confunde el azar con un derecho; en la búsqueda de pecados nuevos que presagia a Huysmans, Rachilde y el fin de siècle; en la perfección de los trópicos y en la sencilla belleza de los libros expuestos al sol de los quais; en el hombre sensible que se desgarra al ver a través de la ventana que dos desconocidos se saludan: la vida.”
Bibliomanía y otros relatos de juventud, de Flaubert.
Gustave Flaubert está considerado uno de los mejores novelistas occidentales y es conocido principalmente por su primera novela publicada, ‘Madame Bovary’, y por su escrupulosa devoción a su arte y su estilo, cuyo mejor ejemplo fue su interminable búsqueda de ‘le mot juste’ (‘la palabra exacta’). Pero no todo empezó en Bovary. empezó mucho antes, cuando un Flaubert con 15 años ya escribía relatos de extensión media en donde los sueños, el melodrama y la injusticia social desbordaban su imaginación.
Flaubert.
‘Bibliomanía’ es la historia truculenta de un librero de Barcelona que, obsesionado por los libros, no duda en llegar hasta el crimen. ‘Un perfume para oler’ o ‘Los acróbatas’ es un cuento de saltimbanquis en el que una mujer fea y buena es despreciada a causa de su fealdad y acaba arrojándose al Sena: el cadáver está minuciosamente descrito con términos científicos. Es una historia de desgracia inmerecida que el autor expone como protesta contra el orden establecido. ‘Sueño infernal’, cuento fantástico situado en el mundo de los demonios, trata de la historia de un hombre que no tiene alma. ‘Quidquid volueris’ presenta a un ser hijo de una mujer y un mono al que la desesperación conduce al crimen.
Baile de máscaras.
El libro se encuadra en la colección de nouvelle Postcards. La portada de ‘Bibliomanía’ fue realizada por Sara Huete y la traducción de la obra corrió a cargo de Ana Isabel Fernández Rubio.
El escritor #sevecalleja nos regaló esta antología de cuentos clásicos y modernos, así como fragmentos de grandes autores que ilustran la difícil tarea que ha sido siempre ser niño. La infancia, y la infancia en la escuela, vertebran esta antología, #entrepupitres, un libro especialmente querida para nosotros.
Los autores de los relatos son: Da Amicis, Foz, Unamuno, Palacio Valdés, Daudet, Loti, Mansfield, Jesualdo, Agüera, Molina Escabias, Mistral, Machado de Assis, Marinello, Dapena, González San Martín, Pereda, Andersen y el propio Seve Calleja, compilador y prologuista de la edición.
Desde las seis de la tarde hasta las doce de la noche podemos seguir los pensamientos más íntimos y los preparativos vagamente amorosos de Daniel Prince, un joven estudiante de derecho enamorado de una actriz. Escrita únicamente desde el punto de vista de la conciencia del narrador, en un espacio y un tiempo limitado, es a la vez un retrato del París de finales del XIX y un sardónico relato sobre la relación amorosa…
Puesto que no tengo nada que hacer, reflexionemos, pero con seriedad, sobre cómo debo comportarme esta noche en casa de Lea; por supuesto, quedarme con ella hasta las doce o la una, luego irme; pero lo que necesito es que ella comprenda la razón de mi conducta; ¡qué difícil explicárselo! En esta habitación estoy mal; vayamos al salón; de pie; las velas sobre el escritorio; lo que tengo que hacer es pasear de un lado a otro del salón, delante de la chimenea, las dos ventanas; corramos las cortinas; en el salón, tranquilamente, paseando de un lado a otro. ¿En qué estaba pensando? Es un fastidio; cuando quiero ponerme a pensar en algo, me pierdo inmediatamente en disquisiciones. Sin embargo tengo que saber lo que haré esta noche; no puedo dejar todo al azar; mi deber es aclarar a Lea… Lo primero es buscar la forma de irme espontáneamente; ya ocurrió varias veces que, como ella no me pedía que me quedara, daba la impresión de que, al irme, ella me estaba poniendo, amablemente, de patitas en la calle. Quizá esta noche acepte que me quede; pongamos que lo acepte; entonces le diré que, sin duda, haría bien en marcharme; ¿por qué iba a quedarme, si ella no me ama lo suficiente como para desear de verdad que me quede? Eso le contestaré.
Edouard Dujardin
Portada de Han cortado los laureles
Edouard Dujardin
Por cierto, ¿a qué se refiere la expresión Han cortado los laureles?…