Etiqueta: Prostitución

Polly Adler, madame, escritora y superviviente

«Una casa no es un hogar», manifiesta una enorme sinceridad al respecto de cómo es el mundo de las mujeres que se dedican a la prostitución. La autora no quiso tener sobre su conciencia el hecho de haber introducido en este ambiente sórdido a ninguna chica, por lo que siempre aceptaba para su local aquellas que tenían experiencia previa. Ese cúmulo de observaciones y una gran inquietud cultural llevaron a Adler a reflexionar sobre cómo la prostituta «es un personaje que ha fascinado tanto a los hombres con más nobles mentes, los gigantes de las letras, como al escritorzuelo y al pornógrafo». Con todo, la madame ve en el reflejo literario de las prostitutas mucho sensacionalismo o distorsiones de todo tipo. «En este tipo de escritos –dice–, la prostitución aparece en dos modelos estándar»: la descarada libertina de mirada lasciva o la víctima inocente seducida por un canalla para lucrarse.

Toni Montesinos. La Razón.

https://www.larazon.es/cultura/polly-adler-y-el-burdel-de-la-mafia-EJ11816561/

Polly Adler, la madame del Nueva York de los gángsters, desvela su trágica existencia

Una casa no es un hogar

‘Una casa no es un hogar’ son las memorias de la madame del Nueva York de los gángsters de los años 30. Escritas por ella misma, y traducida por Eva Gallud, la biografía narra su dramática existencia desde que llegó a Estados Unidos como emigrante hasta su declive tras regentar el lenocinio más famoso de la Gran Manzana. Polly Adler emigró a los Estados Unidos desde

Polly Adler

Rusia siendo casi una niña. Cuando llegó al ‘país de las oportunidades’ no todo fue un camino de rosas para esta emigrante judía que se hizo una mujer tras pasar por numerosas visicitudes. Fueron estas circunstancias las que elevaron su nivel de autoexigencia a la hora de buscarse la vida en el mundo de la diversión y el placer hasta convertirse en la “madame” más importante de Nueva York, lo que le llevó a vivir un vida diferente a la que soñó en un principio, y sobre todo, a compartir y convivir con los personajes más destacados e influyentes de la época que la consideraron su confidente y su mejor aliada.

Crítica de Luisa Cabello, de ‘La cueva del erizo’, sobre ‘Una casa no es un hogar’

Es, sin duda, un relato de asombrosa naturalidad y sin resentimiento sobre una vida trepidante, peligrosa, situada a los lados de la moral, que retrata la sociedad de su tiempo y también las que le precedieron y las que están por venir. Hombres y mujeres siempre han necesitado de lugares secretos para satisfacer sus deseos más íntimos. Y, como siempre, hay muchas formas de llevar una casa. Esta es la de Polly Adler. Una genial propuesta de El Desvelo Ediciones.

Los amigos de Polly…

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Aunque Polly Adler, la madame por antonomasia de los años 20 en el Nueva York de la Ley Seca, omite muchos nombres y otros los enmascara con nombres falsos, estos son algunos de los amigos que aparecen claramente identificados en su libro de memorias Una casa no es un hogar:

Wallace Beery.- Actor (ex de Gloria Swanson)

Dorothy Parker.- Escritora. Grupo Hotel Algonquin (incluido Harpo Marx).

Joe Masseria.- Gángster

Owney Madden.- Gángster

Walter Winchell.- Columnista

John Garfield.- Actor

George S. Kaufman.-Autor teatral

Robert Benchley.- Columnista New Yorker

James Walker.- Alcalde de Nueva York entre 1926 y 1932 (Ley Seca)

Milton Berle.- Actor y cómico.

Dutch Schultz.- Gángster

Charly ‘Lucky’ Luciano.- Gángster

Arnold Rothstein.- Gángster

Frank Costello.- Gángster

Helen Morgan.- Cantante

Mickey Walker.- Boxeador
Dora Maugham.- Actriz

Polly Adler, la ‘madame’ más importante del Nueva York de los años 20

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Una casa no es un hogar es el nuevo libro que la editorial El Desvelo edita como novedad este mes de noviembre. De corte biográfico, el libro cuenta la fascinante historia de una mujer nacida en un lejano pueblo de la Rusia blanca que llegó a ser la madame más influyente de la ciudad de Nueva York entre los años veinte y treinta del pasado siglo. Su nombre fue asociado por la sociedad biempensante de la época con el pecado y ese estigma la perseguió toda su vida.

Una casa no es un hogar es un relato ameno que se lee como una novela en donde se cuenta las vicisitudes de una niña rusa que a la edad de doce años parte sola para América en busca de la Tierra dorada o Goldine Madina, como se decía en Yanow, la aldea rusa en donde nació. Heredó el espíritu aventurero y soñador de su padre y también «su terco rechazo a conformarse con segundos platos y preferir un rol en la vida que no limitase mis actividades a cocinar, coser, fregar y parir hijos».

Con esa filosofía, viaja sola a América a una edad demasiado temprana para lo que ahora estamos acostumbrados. A los catorces años comienza a trabajar en diversas fábricas y enseguida se dio cuenta de que en una fábrica de hilos, o de telas o de corsés nunca saldría de la pobreza, y tenía claro que ésta no formaba parte de su futuro. Polly Adler se hizo madame más bien por casualidad y por casualidad se inició en el negocio convirtiéndose en toda una celebridad en el Nueva York de 1920, en plena Ley Seca. en 1962.

Así es como conoció a las altas esferas de la sociedad, la gente del teatro, artistas y escritores y como no, a los más granado del hampa neoyorquino, al máximo jefe Joe Masseria, Owney Madden y Dutch Schultz que la protegió durante un tiempo. También a lo más corrupto de la policía, «a los que odiaba tanto como a los chulos y a los traficantes de drogas», ya que utilizaba su posición para sacar sobresueldos y sobornar a quién disfrutaba de los placeres prohibidos. A pesar de todos los peligros que rondaban a su alrededor, Polly Adler siempre fue una persona íntegra que trató de ser la mejor profesional en su negocio. Al menos así lo reconocían tanto «sus chicas», a las que cuidó y ayudó, como sus clientes y competidoras. Todos hablaban maravillas de su jefa y rival.

Todas estas experiencias reflejan la interesante vida de Polly Adler y lo que le llevó a escribir sus memorias que fueron un éxito de ventas en la época, con versión cinematográfica incluida.

El libro es inédito en España y la traducción ha corrido a cargo de Eva Gallud Jurado.

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