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Norman Cameron, el más singular de los poetas, ya forma parte de la colección Última Thule

Si se ha de definir la poética de Norman Cameron habría que utilizar, sin duda alguna, el término singularidad, como recalca Warren Hope, biógrafo y máximo especialista en su obra. El último de los poetas que hemos incorporado a nuestra colección ‘Última Thule’ nació en Bombay en 1905 aunque su ascendencia era escocesa. La educación de Norman Cameron fue exquisita, pasó por el Fettes y el Orion College en Oxford; políglota y gran conocedor del latín y griego clásicos, fue traductor de Rimbaud, Villon, Baudelaire, Heinrich Heine o Nerval, entre otros poetas. También tradujo narrativa como ‘Escenas de la vida bohemia’ de Henri Murger o ‘Cándido’ de Voltaire.

AMIGO DE ROBERT GRAVES Y MENTOR DE DYLAN THOMAS

Su paso por Oxford fue determinante para Norman Cameron. Allí conoció a Robert Graves y Laura Riding. Su relación de amistad, camaradería y respeto duraría hasta su muerte en 1953. Con Dylan Thomas la amistad fue tan cercana y fructífera que algunos le consideran su mentor. Pero Cameron también contaba con otros colegas ilustres como el poeta Alan Hodge, el pintor John Aldridge, James Reeves y el no menos ilustre George Orwell.

SU OBRA

Como poeta publicó ‘The Winter House and other poems’, J.M.Dent and Sons, 1935; ‘Work in Hand’, The Hogarth Press, 1942, con Alan Hodge y Robert Graves; ‘Forgive me Sire’, Fore Publications, 1950. Su poesía completa ‘The Collected Poems of Norman Cameron 1905-1953’, The Hoghart Press, se publicó en 1957 con una introducción de Robert Graves. 

Esta antología poética tiene como referencia los siguientes libros: ‘Norman Cameron, Collected Poems and Selected Translations’, editado por Warren Hope y Jonathan Barker, Anvil Press Poetry 2011; y ‘Norman Cameron, his Life, Work and Letters’, por Warren Hope, Greewich Exchange, London 2000.


“El poema no lo busca el poeta, sino que aparece a pesar de la renuencia del poeta. La forma del poema no está impuesta por el poeta: el patrón crece ante sus ojos”. 

Norman Cameron

La poesía de ‘Supertrump’, en edición bilingüe y de la mano de Gabriel Insausti

Antología poética de William Henry Davies

Ya tenemos a disposición de los libreros (y pronto del público) una antología excepcional de uno de los poetas referentes de este género en el Reino Unido. Hombre de gran sencillez, con ideas propias y nada acomodaticio, W. H. Davies viajó por el mundo libre de ataduras y escribió al margen de modas y generaciones una poesía como era él: sencilla y honda, de vuelta a las cosas esenciales, que son las que importan. Con su visceral independencia, la poesía de Davies fue muy popular en el primer cuarto del siglo XX y grandes poetas del momento como Edward Thomas se reconocen como tributarios. Tuvo más influencia de la que quiso tener y recibió menos reconocimiento del que merecía.

En esta edición bilingüe, prologada y traducida por Gabriel Insausti, se recoge una antología de sus mejores y más significativos poemas.

William Henry Davies (Newport, 1871 – Nailsworth, 1940). Poeta y novelista inglés, conocido como el poeta vagabundo o como él mismo se describió: un ‘supertramp’, un supermendigo. De origen humilde, empezó a trabajar desde muy joven. Abandonó Inglaterra en 1893 y, durante algunos años, vivió vagabundeando entre Estados Unidos y Canadá, pero se vio obligado a poner fin a esta vida de aventurero tras un accidente que le costó la amputación de un pie. Regresó a su país y se estableció en Londres, donde, por un tiempo, se ganó la vida como vendedor ambulante. Gracias a la ayuda y al apoyo de George Bernard Shaw y de Edward Thomas, en 1905 consiguió publicar su primera colección de poemas, ‘Soul’s Destroyer’.

SOLEDAD

Sí, soledad, pues solo veo árboles
en torno a mí y muy cerca, hacia el oeste
–casi a tiro de piedra– una montaña
que forma un solo ser con este bosque.
He mirado su cumbre largo rato
por si volaba algún ave de presa
sobre esa ola de tierra, y se acercaba 
por temor de volver por esa senda.
Y si lo hubiese visto, qué alegría
como cuando una vez, aún niño, vi
junto a un muelle una barca de diez pies
que había atravesado el hondo Atlántico
y a un anciano que se había amarrado
tres días y tres noches, pues si el viento
lo soltaba, sin duda se ahogaría.
Sí, soledad, pues a mi alrededor
no veo sino montes con sus árboles
y las flores, las aves, las abejas
-las abejas, que beben de esas jarras
de forma y color vario y no suspiran
sino murmuran su alabanza– y todos
los pájaros cantaban hasta ahora
que han oído el chillido de algún mirlo,
al verme detenido bajo un árbol,
y los ha enmudecido y ahuyentado;
incluso el petirrojo mira en torno
con miedo. Y una casa o dos más lejos,
sin señales de vida; en vano el cuco
nos deja oír su extraña, alegre nota
por que la voz del niño le responda.
Vagan por este valle silencioso
ovejas que no tienen otro hogar
ni sueñan otra cosa que este valle.
Veo una puerta, un muro casi en ruinas,
oscuro y sin pintura, y me parece
que podría contar dulces historias.
Luego anduve y muy cerca encontré un campo
y lo que vi me hizo abrir los ojos:
un hombre y un caballo blanco, y juro
que, aunque dormidos, araban la tierra.
Luego me fui a casa y ya no vi
un solo rostro en mi camino, hace
una semana de esto. No habrá uno
entre los vagabundos de Inglaterra
que me haga creer en ese campo
cuando yo, soñador, cierro mis libros.
Y, sin embargo, a veces dejaría
feliz que me engañasen esos hombres.

Traducción: Gabirel Insausti.

Publicamos en febrero la antología poética de ‘supertramp’, el ‘poeta vagabundo’ W. H. Davies

A la venta, a partir del día 15

El 15 de febrero tendremos en la calle una antología del ‘poeta vagabundo’, de un ‘supertramp’, como se definía y que dio lugar al nombre del popular grupo de música. W. H. Davies es prácticamente un desconocido en España. Su vida como vagabundo le hizo famoso y su poesía, de gran sencillez, le hizo muy popular. Pero también influenció en poetas de su época como Edward Thomas. La edición que publicaremos en español-inglés y la traducción, prólogo y selección corresponde a un gran especialista en el período de entreguerras poético, Gabriel Insausti.

William Henry Davies (1871-1940) fue un poeta y novelista inglés. De origen humilde, empezó a trabajar desde muy joven. Abandonó Inglaterra en 1893 y, durante algunos años, vivió vagabundeando entre Estados Unidos y Canadá, pero se vio obligado a poner fin a esta vida de aventurero tras un accidente que le costó la amputación de un pie. Regresó a su país y se estableció en Londres, donde, por un tiempo, se ganó la vida como vendedor ambulante.

Durante ese período inició su actividad como poeta. Gracias a la ayuda y al apoyo de George Bernard Shaw y de Edward Thomas, en 1905 consiguió publicar su primera colección de poemas, Soul’s Destroyer and Other Poems, que obtuvo un éxito notable.

William Henry Davies forma parte del movimiento de los “Georgian Poets”, quienes, contraponiéndose a la artificiosidad estetizante de la literatura inglesa de finales del siglo XIX, proclamaban la necesidad de un retorno a la naturaleza y a la sencillez de la vida campestre. La lírica de Davies es simple y sugestiva. Describe la naturaleza y logra plasmar, sin afectación, de una manera sincera y espontánea, las emociones que despiertan un paisaje, el encuentro con un niño o con un pájaro, la aparición del arco iris. Sus temas son escasos, pero la autenticidad de su inspiración y la sencilla musicalidad del lenguaje es, precisamente, lo que confiere a su poesía una fuerza y una vitalidad especiales.

Davies no es únicamente un poeta de la naturaleza; en su lírica sobre Londres logra retratar, con la misma eficacia, la vida urbana, y pinta con unos pocos trazos, pequeños cuadros repletos de cosas, de personajes, de sentimientos. Su fama está ligada fundamentalmente a sus poesías, en especial a las breves, mientras que entre sus obras en prosa adquirió una notable popularidad la novela La autobiografía de un supervagabundo publicada en 1907, con una introducción de Bernard Shaw, y que por su atmósfera picaresca y su estilo descarnado recuerda, en algunos fragmentos, a Daniel Defoe.

Ruiz, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de William Henry Davies.

William Henry Davies

‘La batalla contra el olvido’, artículo de Eva Gallud sobre las mujeres poeta de la I Guerra Mundial

Hace unos días se cumplió un año del «I Encuentro nacional de traducción literaria» que tuvo lugar en la Casa Gerald Brenan de Málaga. El tema del día inaugural era «Las trincheras de la traducción» y la poeta y traductora Ea Gallud habló de las poetas inglesas de la Primera Guerra Mundial que reunió en el libro «Nada tan amargo», con textos seleccionados por ella y publicados por nosotros. Aquí os dejamos el texto de su participación, «La batalla contra el olvido», y el enlace a su publicación en medium.com.

“Aquellos poetas soldados sobreviven aún en sus versos que son releídos, reeditados y antologados. Pero, ¿qué fue de las autoras? ¿Existieron mujeres poetas de la guerra? Después de haber traducido a dos de los famosos «poetas de la guerra» –Siegfried Sassoon y Rupert Brooke– surgió en mi cabeza, inexorable, la pregunta: ¿dónde estaban ellas?

Fruto de ese interrogante y de la consiguiente investigación nació Nada tan amargo, publicado por El Desvelo, donde hemos recuperado la voz de seis poetas inglesas –Vera Brittain, Rose Macaulay, May Wedderburn Cannan, Jessie Pope, Margaret Sackville y S. Gertrude Ford–, seis poetas inglesas, decía, cuya obra está marcada de algún modo y en algún momento por la Primera Guerra Mundial.”

Eva Gallud Jurado

https://medium.com/@ave.o.eva/la-batalla-contra-el-olvido-463070dd4fe9

Nada tan amargo
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